A los seis meses de vida, su padre murió en un accidente de tráfico, y a los nueve tuvo que huir de la guerra junto a su madre y sus dos hermanas. Fueron a Croacia, donde se crio y se formó para lograr ser un profesional del fútbol. Trotamundos con diez equipos y cinco países a sus espaldas, Ante Budimir (Ozimica, Bosnia, 22 de julio de 1991) es uno de los delanteros más especiales de LaLiga. Pichichi de Osasuna las dos últimas temporadas, hoy es la principal amenaza rojilla en la visita al Bernabéu. -Usted no fue consciente, pero su primer año de vida es un drama. -A los nueves meses, tres después de que mi padre falleciera en un accidente de tráfico, huimos de Ozimica hacia Velika Gorica, una ciudad a diez kilómetros de Zagreb, porque la Guerra de los Balcanes ya nos estaba poniendo en peligro, pero es cierto que a partir de ahí mi hermanas y yo pudimos tener una infancia normal. -¿Qué supuso vivir en Croacia? -Croacia y Bosnia son dos mundos diferentes. Croacia te da muchas más oportunidades y posibilidades porque Bosnia, a pesar de ser un país europeo, está un poco atrasado. ¿Jugaría al fútbol profesionalmente en Bosnia? No lo creo. Seguramente estaría trabajando en el campo, ayudando a la familia, en lugar de hacer lo que realmente hubiese querido. En Croacia es al revés. -Pero usted adora su país de nacimiento. ¿Una cosa no quita la otra? -Me encanta Bosnia y me encanta Ozimica, donde aún viven mis abuelas. Tienen 84 y 82 años, están fenomenal, voy a verlas siempre en verano y el resto del año hablamos por WhatsApp. Los bosnios que somos católicos romanos, también somos automáticamente croatas. De hecho, mis abuelas pueden votar a la presidencia de Croacia. Luego está el bosnio que es ortodoxo, que es automáticamente serbio y el bosnio musulmán es solo bosnio. Espero haberlo explicado correctamente. -¿Qué aprendieron de la guerra? -Llevamos 21 años en paz y espero que sean muchos más. Quiero pensar que esto es lo que realmente aprendimos. A vivir en paz y a respetarnos. Yo llevo jugando siete años fuera de Croacia y en todos los equipos que he estado he tenido compañeros de la antigua Yugoslavia con los que he compartido una magnífica relación y no he tenido ni un solo problema. -¿Por qué son tan competitivos los deportistas de Los Balcanes? -Los balcánicos amamos el deporte y nos encanta competir. Lo llevamos en la sangre. En el caso de los futbolistas, que es lo que más conozco, somos conscientes que para jugar en la élite hay que salir de nuestros países. Jugar en Croacia, o en Bosnia, te sirve para aprender y mejorar, pero los balcánicos no nos sentimos cómodos en nuestra zona de confort. Un deportista balcánico sabe que cuando llega a otro país puede que le esté quitando el sitio a un jugador de ese país, y para quitárselo debe demostrar que es mejor que él. Por eso, desde que eres pequeño y juegas en la calle, intentas ser mejor que el hermano, el vecino o el amigo al que te enfrentas. Ante Budimir, durante la entrevista eduardo sanz -Es su tercera temporada en Pamplona, donde han nacidos sus dos hijos. -Sí, casi seguidos. Son navarros los dos. Por suerte mi madre ha estado desde la pandemia aquí con nosotros ayudándonos, y ahora ya ha podido volver a su casa en Croacia para descansar. Se lo ha ganado. -Aprovechó la pandemia para estudiar Economía. ¿Ya está licenciado? -Me faltan cuatro asignaturas. Por el covid, la Universidad de Zagreb permitió poder estudiar a distancia y mis hermanas me animaron a ello. Ellas son mayores y siempre me han ayudado con los estudios. Se licenciaron en economía y me dijeron que yo también podía hacerlo. La pandemia me pareció la oportunidad adecuada. -¿Como futuro licenciado en económicas, qué opinión tiene sobre la espiral de precios en la que se ha metido el mundo? -Nosotros, los futbolistas, no podemos quejarnos, pero tienes amigos y familiares que sufren, y mucho. La pandemia, la guerra de Ucrania, el gas, la luz, la inflación. Es un no parar. Todos queremos tener comida caliente en casa e ir el día libre a ver algo con tus niños o, simplemente, salir al cine. Y es complicado. No vivo en una burbuja, yo me pregunto cómo se puede vivir con este nivel de precios y cómo llega la gente a finales de mes. -¿Cómo de importante es para Osasuna que el club sea de los socios? -Nuestro aficionados son los jefes del club. Eso ya es indicativo de qué tipo de afición es y así se transmite en El Sadar. Se nota que en la sangre solo tienen Osasuna y nosotros nos debemos a ellos. -Lo hacen con un proyecto que ya suma cuatro años consecutivos en Primera de buen juego y resultados. -Nosotros luchamos y competimos para hacer un mejor Osasuna. Hay un muy buen grupo y un buen ambiente. Todo esto nos ayuda para afrontar los partidos con la mejor actitud y estamos cómodos en este papel. Nos hemos merecido estar en Primera y desde esta base tenemos que ser ambiciosos y mirar lo más alto posible. -Usted es el fichaje más caro de la historia del club y ha sido el máximo goleador de Osasuna en las dos últimas temporadas: 11 goles en la 20-21 y ocho en la 21-22 ¿Por qué el gol es lo que más dinero cuesta en el fútbol? -¿Es fácil marcar un gol? No. No lo es. No hay gol fácil. Nadie te va a dejar el balón para que lo metas en la red y listo. Es verdad que hay ciertas funciones en el campo que no se aprecian y son claves. Estar concentrado, no cometer errores que perjudiquen al equipo, correr para que otros luzcan… Pero los goles son los que marcan la diferencia, los que impactan de lleno en el resultado. -Ancelotti dice que Valverde y Rodrygo son ejemplos de lo que es un futbolista moderno. ¿Podríamos decir lo mismo de Benzema? -Los dos delanteros más modernos y completos que hay son Benzema y Lewandowski, pero fíjate que son jugadores de 34 años. En teoría si hablamos de un delantero centro moderno deberíamos hablar de uno joven, pero ellos han sido pioneros. Mira cómo Benzema presiona , baja a recibir, se asocia, cae a banda, remata en el área, asiste, mete goles. Cuando haces todo esto es que eres un delantero moderno, y eso es lo que es Benzema.

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