PESTAÑA sevilla-manchester-city-j1-champions-2022-2023 Crónica 4 COMPONENTE Ficha Crónica 2326754 No hay bálsamo en Europa para el horrible inicio de temporada del Sevilla . Se repite el patrón liguero y la cruda realidad se impone a las ganas que le pueda poner a los partidos el equipo de Lopetegui, al que le han extirpado algo más que un pulmón o el corazón. Le han robado el alma. El City, armado con la efectividad sempiterna de Haaland , arrampla con todo en el Pizjuán sin despeinarse, casi sin querer, y dibuja un futuro muy negro para el cuadro hispalense, obligado a resetear y reinventarse con el curso en marcha y a pleno rendimiento. Guardiola espera un Sevilla agresivo, pero Lopetegui sale sin nueve, con Papu e Isco como principales referencias ofensivas. Con todo, su puesta en escena es aseada. Sin aparente rastro de depresión ni de flojera pese a las malas sensaciones con las que llega Amaga con disputarle la posesión a su rival en los primeros minutos con un centro del campo pobladísimo, pero su valentía cede pronto a la lógica. En el otro lado asoma el City con dos grandes novedades, ambas en defensa. El suizo Akanji, recién fichado al Dortmund y el español Sergio Gómez, chaval de la Masía que también emigró al Dortmund y al que ha reclutado Beguiristain después de un año en el Huesca y otro en el Anderlecht. Refuerza Guardiola su línea más débil, la que más quebraderos de cabeza le da y la que le hace estrellarse un año tras otro en su gran objetivo de volver a conquistar la Champions. MÁS INFORMACIÓN noticia No Mbappé retoma los coqueteos con el Madrid como si nada: «Parece como si fuera mi casa» noticia No Xavi: «Es un partido trampa, el objetivo es pasar la fase de grupos» El pulso inicial del Sevilla no inquieta al City, que va filtrando su dominio gota a gota hasta inundarlo todo. Guardiola cuenta con dos cuchillos en las bandas, Grealish y Foden, que resultan inabordables para Navas y Acuña. Más incisivo el primero, siempre pensando en vertical, y más combinativo el segundo. Y en medio de ambos siempre De Bruyne , colosal pelotero que gobierna sin esfuerzo el partido. El belga dirige una orquesta que en muchos aspectos trabaja de memoria y que ha encontrado en Haaland su guinda del pastel. El noruego apenas necesita un disparo para perforar la portería de Bono. Medio gol, claro, es de De Bruyne, que es quien le manda el preciso centro al corazón del área que él solo tiene que empujar a la red. En ese entramado de Guardiola solo desentona Bernardo Silva, desaparecido en ese ir y venir constante de los futbolistas ‘citizen’. El gol de Haaland no espabila al Sevilla, que sigue a merced de su rival sin un solo argumento que ofrecer, perdidos Isco y Alex Telles, más preocupados en destruir que en producir. Solo una acción ensayada a balón parado que Papu Gómez remata alto anima a una parroquia resignada al dominio visitante. Lopetegui no tarda en mover sus piezas. Rafa Mir y Dolberg son sus apuestas para enseñar el colmillo, pero las oportunidades siguen siendo del City. Bono salva el segundo en un mano a mano ante De Bruyne, pero no puede hacer nada ante el disparo cruzado que se inventa Foden desde la frontal. Da igual que el inglés tenga encima a Gudelj. El segundo golpe deja grogui al Sevilla, que termina por besar la lona con el doblete de Haaland. Vuelve a mostrar el nórdico su instinto asesino al aprovechar el rechazo de Bono tras un contragolpe lanzado por Foden. Solo dos minutos después abandona el campo. El cuarto, obra de Rúben Dias, desata la ira de un Pizjuán extrañamente tranquilo hasta entonces. Hay pitidos para todos: jugadores, entrenador y presidente. La semana será movida.

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