El hidrógeno verde– el producido a partir de fuentes renovables- será decisivo en nuestro camino hacia una Europa libre de emisiones, especialmente en el transporte o la industria, un sector que consume el 90% del hidrógeno convencional que se produce en el mundo. Sin embargo, a diferencia de las plantas de energías alternativas, como la solar o la eólica, producir hidrógeno no es una tarea fácil.

Cierto es que el hidrógeno lo tiene todo para convertirse en el combustible verde del futuro: es el elemento más ligero que existe, compuesto solo de un protón y un electrón. Además, es tan abundante que podría ser un recurso prácticamente infinito, pues se dice que constituye aproximadamente el 75% de la materia de la que está compuesta el universo.

Su principal dificultad: el coste de producción y distribución

Entonces, ¿por qué hasta la fecha no se ha convertido ya en un sustituto de las fuentes de energía no renovables? En primer lugar, se trata de un elemento que no puede obtenerse directamente de la naturaleza (como podría suceder, por ejemplo, con los combustibles fósiles). Además, no es una fuente de energía, sino un ‘vector energético’, esto es, un elemento capaz de transportar la energía, aunque no de producirla. Ello hace que sea muy costoso, tanto fabricarlo como transportarlo. Sin embargo, existe una alternativa: la creación de grandes infraestructuras compartidas que minimicen o compartan los costes tecnológicos de esta energía limpia: se llaman ‘valles o clústers’ del hidrógeno, y empiezan a ser una realidad en España.

Objetivo: 25% de hidrógeno renovable para 2030

El hidrógeno no es un combustible nuevo. Según fuentes oficiales, el consumo actual de este elemento en España se sitúa en torno a las 500.000 t/año. Normalmente se utiliza como materia prima de refinerías (en torno al 70%) y fabricantes de productos químicos destinados a distintas industrias. Sin embargo, en su mayor parte se trata de hidrógeno gris, esto es, producido a partir de fuentes no renovables, con lo que es necesario impulsar iniciativas que conviertan al hidrógeno en una alternativa real y limpia. A tal efecto, el Gobierno se ha marcado que en 2030 se consuma como mínimo un 25% de forma renovable, un ambicioso objetivo que espera implementar con ayuda de los fondos europeos destinados a la transición energética. He aquí algunos de los proyectos más destacados:

Corredor Vasco del Hidrógeno

La Planta de hidrógeno de Petronor, con capacidad de 2MW de potencia, servirá para alimentar el Parque Tecnológico de Abanto.

El proyecto del Corredor Vasco del Hidrógeno (BH2C) se ha marcado como objetivo la producción de hasta 20.000 toneladas anuales de hidrógeno verde. La iniciativa, una apuesta conjunta del Gobierno de Euskadi y la compañía energética Petronor-Repsol, es el resultado de la acción conjunta de una cuarentena de organizaciones: 8 instituciones públicas, 12 centros de investigación y organizaciones empresariales y 58 empresas, y cuenta con una inversión prevista de más de 1.300 millones de euros distribuidos en varias fases. La primera de ellas consta de la instalación de una central de producción de hidrógeno de 2 MW de capacidad para alimentar el Parque Tecnológico de Abanto. La segunda, diseñada conjuntamente con Enagás, estará operativa para el año 2024 y se ubicará en el Puerto de Bilbao. La planta tendrá una potencia de 10 MW y se dedicará a la producción de combustibles sintéticos. La última, prevista para 2025, tendrá 100 MW y servirá para descarbonizar el proceso productivo de Petronor así como abastecer las necesidades del corredor del hidrógeno. El plan se completa con una inversión de 50 millones de euros destinados a proyectos de investigación para promocionar el uso de hidrógeno en el sector de la movilidad, ya sea en el transporte de pasajeros o de mercancías, así como variaos proyectos de climatización para edificios comerciales o residenciales.

Vall de L’Hidrogen de Catalunya

Este proyecto de valle de hidrógeno, desarrollado por la Generalitat de Catalunya a través de la Universitat Rovira i Virgili en colaboración con Enagás y Repsol, cuenta con la colaboración de un centenar de actores público-privados dedicados a potenciar el uso del hidrógeno verde en los procesos industriales. La iniciativa incluye un proyecto llamado Green Crane-Tarragona que prevé la producción de hidrógeno verde a gran escala (hasta 50 toneladas por día) para usos industriales, especialmente en el sector químico, así como un plan para abastecer hidrogeneras (surtidores de hidrógeno para vehículos), y una línea de trabajo destinada a la inyección de hidrógeno en la red de gas natural. Por otro lado, se trabaja en la instalación de varias plantas de producción de biogás destinadas al aprovechamiento de residuos para producir hidrógeno renovable mediante varias técnicas: pirólisis (descomposición de un compuesto químico por acción de calor) gasificación (aplicación de presión hasta convertirla en un gas) o digestión anaeróbica (sin oxígeno).

Valle del Hidrógeno de Aragón

El llamado Corredor del Hidrógeno del Ebro se plantea como un nexo de unión entre las infraestructuras regionales desarrolladas en torno al hidrógeno renovable del nordeste de España, entre ellas las del País Vasco y Catalunya. Incluye planes en todos los ámbitos de actuación, desde la producción, el transporte o el almacenamiento, además de una infraestructura industrial capaz de producir hasta 400 MW de este combustible verde en 2025. También se incluye la construcción de un prototipo de tren propulsado por hidrógeno verde, un proyecto realizado por la empresa ferroviaria CAF. El objetivo a largo plazo es crear un nuevo ecosistema industrial que sirva de referente en la descarbonización de la industria de la zona.

Clúster del Hidrógeno de Castilla-La Mancha

Almacenamiento de hidrógeno

El llamado Cluster del Hidrógeno Verde de Castilla-La Mancha no es un valle de hidrógeno, sino un cluster (una agrupación de empresas) que cuenta con el respaldo de instituciones públicas, entre ellas la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM). Está emplazado en el Centro Nacional del Hidrógeno, uno de los puntos de investigación del hidrógeno más importantes del país, situado en la localidad de Puertollano, en la provincia de Ciudad Real, donde la compañía Iberdrola cuenta con la mayor planta de hidrógeno verde de uso industrial de Europa. Entre los proyectos más innovadores se cuenta una planta de fotoelectrocatálisis, una nueva tecnología que simplifica el proceso de electrólisis (la separación del hidrógeno del agua), a través de la energía solar.

Plataforma del Valle del Hidrógeno Verde de la Región de Murcia

Los proyectos de producción y distribución de hidrógeno para usos industriales incluyen nuevos sistemas de canalización y distribución.

El valle de Escombrera, en Cartagena, alberga una de las principales plataformas petroquímicas del país, un ecosistema industrial que las autoridades esperan convertir en un centro de referencia en cuanto a producción de hidrógeno verde se trata. El proyecto, conformado por autoridades regionales y municipales, asociaciones empresariales y una treintena de empresas del sector, busca crear planes conjuntos para generar hidrógeno verde de una manera eficiente y asequible. Uno de los principales logros hasta la fecha es el cosechado por la refinería de Repsol, donde se han conseguido producir 10 toneladas de hidrógeno renovable a partir de biometano, alqo que, según la empresa energética, ha evitado que se liberen unas 90 toneladas de CO2 a la atmósfera.

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