A falta de juego, pegada. No fue un buen partido del Real Madrid en Celtic Park, superado en muchas ocasiones ante la presión asfixiante del rival, pero perdonó el Celtic y lo aprovechó en la segunda parte el conjunto blanco, que sentenció con goles de Vinícius, Modric y Hazard. El precio pagado por los tres puntos fue, eso sí, muy alto: Karim Benzema se retiró lesionado, sin duda la peor noticia posible.
La presión asfixiante de los escoceses sorprendió a los de Ancelotti, que nunca estuvieron cómodos en el campo. El Celtic se lo creyó y lo raro fue que no metiera ningún gol en la primera parte. La tuvo Giakoumakis en un tiro demasiado centrado, pero sobre todo McGregor con un zurdazo que hizo retumbar el palo derecho de la portería de Courtois.
Del Madrid apenas se supo nada hasta que Benzema se retiró lesionado tras cojear durante unos minutos. Salió en su lugar Hazard y el belga la tuvo clarísima para marcar, pero falló solo ante la portería. También pudo marcar Vini, pero su mano a mano –escorado– lo detuvo Hart.
Tras el descanso, pareció bajar su intensidad el Celtic, algo lógico, y el Madrid no tuvo piedad. Superó la presión con clase el conjunto blanco, y Valverde arrancó la moto. Superó a su par y su pase de la muerte encontró a Vinícius, que marcó con frialdad.
Se desató entonces el conjunto blanco, cada llegada al área escocesa creaba gran peligro. En una de ellas, Tchoauméni se impuso en el medio, Hazard condujo con la cabeza alta y Modric, que recibió en el área, definió con el exterior para hacer el segundo.
Para redondear el marcador, apareció Hazard, quizás más necesario que nunca sin Benzema. Kroos se sacó un pase de tiralíneas, Carvajal dio el pase de la muerte y el belga marcó… y sonrió por fin.
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