Según ha anunciado la compañía CanSino Biologics, creadora también de una de las tres únicas vacunas inyectables contra esta enfermedad comercializadas en China, acaba de aprobarse la comercialización de la primera vacuna inhalable contra la Covid-19 del mundo.

La versión recién aprobada, denominada «Convidecia Air», utiliza la misma arma que su homóloga inyectable: trozos de material genético transportados por un vector inofensivo de adenovirus que entrenan al organismo contra la acción del patógeno. Sin embargo, en lugar de inyectarse, se inhala por la boca, como si fuese un medicamento oral. Hace un año empezaron a realizarse los primeros ensayos. Ahora, la Administración Nacional de Productos Médicos de China acaba de aprobar su uso, aunque como refuerzo a las vacunas tradicionales.

La primera vacuna inhalable del mundo

La de CanSino es la primera vacuna aprobada entre más de un centenar de prototipos orales que se están desarrollando en todo el mundo, según la base de datosde la Organización Mundial de la Salud (OMS). Los científicos esperan que la administración de estos fármacos a través de la nariz o la boca puedan preparar las células inmunitarias de las membranas mucosas de las cavidades nasales, lo que podría impedir la propagación de los casos más leves de la enfermedad o incluso acabar con el virus cuando este entra el cuerpo.

La dosis autoadministrada, según señalan los representantes de la farmacéutica en un comunicado, «puede inducir eficazmente una protección inmunitaria completa tras una sola inhalación«.

La realidad es que CanSino Biologics ya cuenta con un modelo de vacuna inyectable distribuida en China y aprobada en otros países. Sin embargo, según un ensayo clínico de fase III publicado en la revista científica The Lancet, la vacuna inyectada tuvo una eficacia del 57,5% en la prevención de cualquier síntoma de COVID-19 y del 91,7% en la prevención de la enfermedad grave después de cuatro semanas o más tras una única dosis administrada, un porcentaje de éxito mucho menor que la de sus homólogas occidentales, como Pfizer o Moderna, cuyo porcentaje de eficacia ronda un 95%.

En otro ensayo clínico publicado el pasado 26 de julio por la misma revista científica se informó que los niveles de inmunidad producidos por dos inhaladores de la vacuna con 28 días de diferencia alcanzaban los mismos efectos que los producidos por la vacuna inyectable.

Vacunas orales y nasales

El nuevo fármaco recuerda a las vacunas antigripales de administración nasal, que actúan sobre los pulmones y las vías respiratorias superiores, el lugar por donde entran al organismo virus como el de la gripe o la Covid-19. Los científicos creen que las vacunas inhaladas (por vía oral o nasal) podrían ser mucho más eficaces para detener la propagación de las infecciones y requerir dosis mucho más bajas para realizar el mismo trabajo.

Por ejemplo, un estudio reciente publicado en un servidor de preimpresión sin revisión por pares concluyó que dos inyecciones de Sinovac seguidas de una dosis más baja de vacuna inhalada produjeron niveles detectables de anticuerpos neutralizadores de la variante Ómicron en el 92,5% de los casos, mientras que una dosis más alta generó anticuerpos detectables en el 88,9% de los casos. Sin embargo, la cifra de ambos grupos se redujo a cerca del 70% seis meses después. Al final, lo más importante es que la vacuna funcione, con independencia del modo de empleo.

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