Creada en 1948, la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza se ha convertido en la red ambiental más grande y diversa del mundo. Conformada por más de 1.400 organizaciones privadas y gubernamentales, se trata de una de las autoridades con más experiencia y conocimiento en cuanto al estado global del mundo natural y la biodiversidad, así como respecto a las medidas necesarias para su salvaguarda.

Entre algunas de las actividades que la organización lleva a cabo, se halla la evaluación y clasificación de las distintas especies del mundo en cuanto a su estado de conservación. Para ello, cada año la institución elabora una serie de catálogos conocidos como Listas Rojas, que no son más ni menos que unos inventarios sobre el estado de cientos de especies de animales y plantas a nivel mundial. Según esta clasificación, una especie cualquiera podría clasificarse en una de las 7 categorías que conforman esta lista: especies extintas; extintas en estado silvestre; en peligro crítico de extinción, en peligro de extinción; vulnerable; casi amenazada o de preocupación menor.

Sin embargo, para poder ser incluidas en esta lista, la organización ha de contar con una serie de datos que le permitan evaluar la situación particular de cada especie. En caso de no disponer de tales datos, la especie pasa a formar parte de un grupo anexo a las 7 categorías que recibe el nombre de especie con datos insuficientes.

Por regla general, se considera que una especie con datos insuficientes no está amenazada. Sin embargo, desde la institución se hace especial hincapié en tener cuidado de no clasificar como especie con datos insuficientes a una especie cuya ausencia de datos sea derivada de una reducción peligrosa en el número de individuos.

Hasta un 56% de las especies cuyo riesgo de extinción no se puede evaluar para la Lista Roja de Especies Amenazadas de la IUCN podría estar en peligro de extinción.

Ahora, no obstante, un nuevo estudio publicado en la revista especializada Communications Biology bajo el título More than half of data deficient species predicted to be threatened by extinction, advierte que estas especies de las que se tienen datos insuficientes podrían estar más amenazadas incluso que otras especies que han sido evaluadas por la UICN, resaltando posibles sesgos en las prioridades de conservación actuales.

En el limbo de la conservación: más de 4.000 especies en peligro

Para llegar a sus conclusiones, Jan Borgelt, autor del estudio, y sus colegas, entrenaron un algoritmo de aprendizaje automático para calcular el riesgo de extinción de las 26.363 especies que se evaluaron previamente para elaborar las Listas Rojas de la UICN. Los cálculos se basaron en datos publicados previamente sobre las áreas geográficas en las que habitan las especies, así como en factores que se sabe que influyen en la biodiversidad, como el cambio climático, el uso de la tierra por parte de los seres humanos y las amenazas que representan las especies invasoras. Luego, los autores utilizaron este algoritmo para predecir los riesgos de extinción de las 7.699 especies con datos insuficientes.

Rebeco pirenaico - Rupicapra pyrenaica

Así, los investigadores estiman que 4.336 especies, el 56% de aquellas con datos insuficientes probablemente estén en peligro de extinción, las cuales habrían de añadirse al 28% del total de las especies amenazadas evaluadas por la IUCN; una lista que crece cada año.

Los riesgos de extinción para las especies con datos insuficientes variaron entre grupos y áreas geográficas. Los investigadores encontraron que un 85% de los anfibios, un 40% de los peces con aletas radiadas y un 61% de los mamíferos, se encontrarían bajo algún grado de amenaza según el algoritmo. También un 59% de los reptiles y un 62% de los insectos.

Respecto a las especies terrestres con datos insuficientes en peligro de extinción, del estudio se desprende que suelen ocupar áreas geográficas más pequeñas dentro de regiones como África Central, el sur de Asia y Madagascar. Sobre las especie marinas, el algoritmo predijo que entre un tercio y la mitad de las especies marinas con datos insuficientes en las costas del mundo todo el mundo estarían en peligro de extinción.

Los hallazgos resaltan la importancia de la conservación de muchas especies con datos insuficientes que probablemente estén amenazadas de extinción pero que no están clasificadas como amenazadas por la UICN. Los autores sugieren que evaluaciones más precisas de estas especies podrían ayudar a cambiar las prioridades de conservación y facilitar su inclusión en los objetivos de desarrollo sostenible y las metas de biodiversidad.

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