Algo muy malo habrá tenido que hacer el pobrecito Haaland para que Guardiola quiera mediapuntizarlo. Eso leí en ese nuevo manantial de Mimir en el que se ha convertido últimamente Twitter que había que hacer con el chaval, mediapuntizarlo. Grogui aún por el palabro, que produjo en mí un efecto similar al de la absenta, se me ocurrió el siguiente arranque para mi primera novela, que paso a compartir con todos ustedes: «Al despertar Erling Haaland una mañana, tras un sueño intranquilo, se encontró en su cama convertido en un futbolista mediapuntizado». Entonces llegó el típico cuñado para pinchar el globo de mi éxito editorial y aclararme que algo muy similar se le había ocurrido un siglo antes a un tal Franz Kafka . Maldito checo. ¡Qué miedo! Ya me imagino al turista Haaland en un remake de la película de terror Hostel siendo mediapuntizado a la fuerza por el técnico del City, atado de pies y manos a la mesa quirúrgica, viendo cómo se aproxima lentamente el doctor Caligari de Sampedor con su bisturí mientras en el resto de habitaciones se tortura a otros candorosos chicos que sólo pretendían, ¡bendita inocencia!, divertirse con un balón en los pies. Guardiola es el sumo sacerdote de este fútbol idiotizado de porteros delanteros, zurdos que se cambian a la derecha y diestros que lo intentan por la izquierda, jugadores que enciman, centrocampistas que percuten y un VAR que luego va y lo anula todo. Aún deberemos esperar un tiempo para calibrar el alcance exacto de la perniciosa influencia de este entrenador pero, a lo que se ve, su poder devastador influye en el lenguaje, también idiotizado. Noticias Relacionadas estandar Si Fichajes Lágrimas de impotencia, negociación en Mykonos y 74 millones de euros del Chelsea: el culebrón de Cucurella llega a su fin Rubén Cañizares estandar Si Fútbol Veranos en los que La Coruña era Las Vegas y Cádiz, Miami Ángel Luis Menéndez Llámenme loco pero yo abogaría por dejarle hacer a Haaland aquello para lo que está genéticamente diseñado, que no es otra cosa que marcar goles como churros. Eso es exactamente lo que acaba de comprar Guardiola con el dinero del jeque, un 9 de una talla descomunal, uno de los mejores del último cuarto de siglo. No veo la necesidad de convertir a este chaval en lo que no es salvo, claro, porque su nuevo técnico esté poseído por el espíritu de la Castafiore y su vedetismo sea más poderoso que el puro sentido común y le obligue a demostrar al mundo que él ve cosas que los demás no ven. Cruzo los dedos para que no maleen demasiado a Haaland y éste pueda cumplir dentro de dos años su sueño de jugar en el Real Madrid. Entre tanto, Erling, disimula y no te tomes la pastilla.

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