Los contagios de Covid-19 han vuelto a repuntar en nuestro país este verano, y cuando parecía que casi habíamos superado la pandemia y recuperado la normalidad previa a 2020 las nuevas variantes del virus han provocado un notable aumento de la incidencia y, en algunos casos, incluso de las hospitalizaciones. Con la llegada del calor y con el final de las restricciones, el camino para un repunte de los contagios parece haberse allanado y de no remediarlo nos podemos ver sumidos en una séptima ola.

Por suerte, un grupo de investigadores del Instituto de Biología Integrativa de Sistemas (I2SysBio), centro mixto del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y de la Universidad de Valencia (UV), ha desarrollado un método para detectar el SARS-CoV-2 y otros virus basado en la técnica de edición genética CRISPR Cas9. Este nuevo sistema permite tanto la detección de varias regiones del mismo virus como de diferentes tipos de coronavirus con la misma rapidez de los test de antígenos y con la precisión de las técnicas PCR.

Una técnica rápida y versátil

La versatilidad de esta técnica ha permitido al equipo dirigido por Guillermo Rodrigo desarrollar un método de detección de ácidos nucleicos (que forman el material genético de humanos, bacterias y virus), basado en la proteína Cas9, para la detección de SARS-CoV-2 en muestras clínicas. Según Rosa Márquez, investigadora del I2SysBio, «existen otras técnicas de detección con sistemas CRISPR, pero hacen uso de una actividad enzimática de corte inespecífico, lo que limita la detección multiplexada. Nuestro sistema no se basa en el corte de cadenas de ácidos nucleicos, sino en reconfiguraciones moleculares que se producen gracias a interacciones específicas, pudiendo así detectar en una misma reacción diferentes secuencias».

El equipo a desarrollado un método de detección de ácidos nucleicos basado en la proteína Cas9.

Rosa Márquez, investigadora del I2SysBio en el laboratorio.

El equipo de investigación ha puesto a prueba su método con la detección de SARS-CoV-2, pero, en su opinión, este sistema puede emplearse asimismo en la detección de una gran variedad de infecciones víricas, incluso mutaciones o biomarcadores en el propio ser humano. Tras el éxito del ensayo, el CSIC y la Universidad de Valencia han presentado conjuntamente una solicitud de patente europea y en su desarrollo han contado con el apoyo de diversas instituciones y del Gobierno de España. Además también han realizado un vídeo divulgativo que cuenta con financiación de la Fundación General CSIC a través de su programa Cuenta la Ciencia.

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