La rotura del ligamento cruzado anterior es una de las lesiones más graves en el fútbol y mucho más habitual en el femenino, con plazos más amplios de recuperación que en el masculino. Alexia Putellas ha sido la última futbolista en padecer este contratiempo, que en el caso más favorable podría tenerla siete meses alejada de los terrenos de juego. La rodilla es el talón de Aquiles de las futbolistas, como reflejan diversos estudios, que revelan que las lesiones en esta articulación son entre tres y seis veces más frecuentes en las mujeres que en los hombres y, además, en el 70 por ciento de los casos se producen sin contacto. El Barcelona lo ha podido comprobar esta temporada porque Bruna Vilamala, Cata Coll y Jana Fernández también han sufrido esta lesión recientemente. Y el doctor Pedro Luis Ripoll advierte de un riesgo muy serio. «Tenemos que tener en cuenta que en las mujeres las recaídas de estas lesiones son muy frecuentes. Después de operar pueden volver a sufrir una rotura de la plastia, del ligamento nuevo», avisa el traumatólogo, director de Ripoll y De Prado , centro médico de excelencia FIFA, que pone el ejemplo de Andrea Esteban, que tuvo que dejar el fútbol a los 23 años tras cinco roturas del ligamento cruzado. Andrea Falcón encadenó dos seguidas, una con el Atlético y otra con el Barça. En febrero logró reaparecer, cedida en el Levante, tras haber jugado solo 16 partidos en las tres últimas temporadas. «Es muy difícil. Nunca se está preparado para ello. Salí de una lesión de 10 meses, pensé que ya se había acabado y, a los tres meses, me tocó volver a pasar por quirófano porque las molestias no me dejaban seguir. Mentalmente, es muy complicado. El mundo sigue y el tuyo se para. Pensé en dejarlo», explicaba la canaria a ABC mientras estaba recuperándose. Eva Navarro , Bárbara Latorre, Marta Carro y Rosa Márquez también han sufrido esta lesión y ninguna ha conseguido volver a la selección. «Hay algo en la rodilla de la mujer que rompe ligamentos sin necesidad de que haya choque» Doctor Ripoll Las estadísticas hablan por sí solas, pero el doctor Ripoll nos ayuda a encontrar una explicación. « Hay algo en la rodilla de la mujer que rompe ligamentos sin necesidad de que haya choque . ¿Por qué? Porque la estructura morfológica de las rodillas y las caderas de las mujeres tienen sus peculiaridades. Son más complicadas para este tipo de lesión». Y lo detalla en una ‘masterclass’ para los lectores de este diario haciendo referencia a factores anatómicos, biomecánicos y hormonales. «El diámetro del ligamento cruzado de la mujer es más pequeño; la estructura ósea de la rodilla suele tener una disposición tal que pone al ligamento en una situación mecánica máxima; la estructura de las piernas, las caderas y los ángulos de la rodilla también influyen negativamente; en la mujer no hay una coordinación perfecta entre la contracción de los isquiotibiales y el cuádriceps, con lo cual, cuando se produce la frenada o el giro, el ligamento está muy expuesto al estrés mecánico; y por último factores relacionados con el ciclo menstrual», ilustra el prestigioso traumatólogo. Noticia Relacionada fútbol estandar No Grave lesión de Alexia Putellas, que dice adiós a la Eurocopa Sergi Font La mejor jugadora del mundo y capitana de la selección, que el viernes debuta en la Euro, se ha roto el ligamento cruzado de su rodilla izquierda Sobre este último aspecto profundiza Blanca Romero , preparadora física de la selección española. «Existe un factor que determina esta tendencia: las hormonas. Mientras los hombres producen más testosterona, que genera más musculatura para proteger los huesos, las mujeres durante el ciclo menstrual segregan estrógenos que aumentan la laxitud de los ligamentos, sobre todo en la fase previa de la regla. Ese pico de estrógenos va bien para aumentar la capacidad de fuerza», explicaba en una conversación con ABC. No hay una solución definitiva para evitar esta lesión, pero sí métodos preventivos en los que se tiene que valorar qué factores están alterados en la atleta. «Se consigue con unos exámenes biomecánicos que se llaman ‘Go5D’, que estudian el morfotipo (pie, rodilla y cadera) en cinco dimensiones para determinar en carrera cuál de estos factores puede estar alterado para intentar corregirlo», concluye Ripoll.

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