La madrugada del 12 de julio, el INVOLCAN (Instituto Volcanológico de Canarias) registró un total de 630 pequeños eventos sísmicos al suroeste de El Teide que terminaron en torno a las 09:00 de la mañana (hora canaria). Desde el instituto canario indican que este enjambre sísmico comparte particularidades con los eventos que se registraron en la isla de Tenerife el pasado 2 de octubre de 2016, el 14 de junio de 2019 y el 10 de junio de 2022, hace tan solo unas semanas.
Hoy martes 12 de julio de 2022 y desde las 05:50 horas (hora canaria), la Red Sísmica Canaria – que opera el Instituto Volcanológico de Canarias (INVOLCAN) – está registrando un enjambre de eventos híbridos de muy baja magnitud localizados bajo el volcán Teide. pic.twitter.com/tGEIQAf49K
— INVOLCAN (@involcan) July 12, 2022
¿Qué es un enjambre sísmico?
Este fenómeno geológico recibe su nombre cuando coincide un gran número de temblores próximos que comparten cierta intensidad y se dan en un pequeño plazo de tiempo en la misma zona. Esto los diferencia de los grandes terremotos, que siguen un patrón diferente al tener un potencial destructivo bastante mayor y que pueden variar según la intensidad de la vibración y de la profundidad en la que se originen, seguidos de réplicas de menor intensidad.
Aunque la erupción del volcán Cumbre Vieja en la isla de La Palma en septiembre del año pasado hizo que buena parte de la atención mundial se centrase en el archipiélago canario, no todos los movimientos sísmicos en zonas volcánicas comportan irremediablemente una erupción, aunque sí pueden ser uno de sus precursores. En este caso en particular, el enjambre sísmico que ha sacudido las profundidades de la isla de Tenerife podría tener su origen en un movimiento de fluidos como vapor, gas o agua, en el interior del sistema hidrotermal del volcán Teide, afirman desde INVOLCAN.
Además, el instituto canario apunta en sus redes sociales que «el enjambre sísmico de hoy no implica una mayor probabilidad de una erupción, pero sí nos recuerda que Tenerife sigue siendo una isla volcánicamente activa«. La vigilancia es una parte clave cuando se desatan estos fenómenos para tratar de prevenir riesgos en zonas volcánicamente activas.
