Durante la época de excavación Atapuerca es un hervidero de arqueólogos que se afanan por desenterrar el pasado del ser humano. Más de 300 personas quitando tierra y cribando terreno para encontrar restos que permitan comprender mejor cómo evolucionaron los homínidos a lo largo de los últimos cientos de miles de años. El día 30 de junio transcurría como otro cualquiera en la excavación hasta que Edgar Téllez, miembro del Equipo de Investigación de Atapuerca, encontró en la Sima del Elefante diferentes restos óseos cubiertos de arcillas. Unos restos que, a la postre, serían uno de los hallazgos más importantes de los últimos años: se trataban de los restos de un maxilar humano.
De manera más exacta, se trata de la cara parcial de un ser humano, cuya antigüedad ha sido datada en torno a 1,4 millones de años. Además el hallazgo permite ahondar en la pregunta que lleva años siendo motivo de debate: ¿cómo era la cara de los antepasados de los seres humanos? Homo antecessor, cuya antigüedad se ha cifrado en 850.000 años, presenta la cara moderna más antigua registrada hasta la fecha en la historia de la humanidad. Sin embargo la pregunta sigue en el aire: ¿cuándo surgió un semblante como el nuestro? El nuevo hallazgo en Atapuerca aporta luz a esta cuestión.
El fósil humano de la Sima del Elefante se ha encontrado aproximadamente dos metros por debajo de la mandíbula obtenida en 2007 en el nivel TE9, y que fue asignada a Homo sp. —una especie indeterminada por falta de datos concluyentes—. De hecho, según han explicado los arqueólogos que trabajan en Atapuerca, es muy probable que el nuevo fósil de la Sima del Elefante esté relacionado con esa mandíbula y que pertenezca a una de las primeras poblaciones que colonizaron Europa. Si es así, se podrá determinar finalmente la identidad de esta parte del yacimiento y se podrá realizar una comparación detallada entre la nueva cara hallada en la Sima del Elefante con la de Homo antecessor y profundizar en el origen de la especie nombrada hace 25 años por el Equipo Investigador de Atapuerca.
En estos momentos, ya se están obteniendo muestras geológicas para estimar la antigüedad del nuevo fósil humano de TE7, que se procesarán en el Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH) de Burgos. Asimismo, se analizarán varias piezas de industria lítica y restos faunísticos con evidencias de consumo por parte de los humanos asociadas a este hallazgo en el Instituto de Paleoecología Humana y Evolución Social (IPHES) de Tarragona. Además, determinar las distintas especies fósiles de vertebrados obtenidas en este nivel permitirá dibujar una imagen muy precisa de las condiciones climáticas y del ecosistema en el que vivieron los primeros pobladores de Europa.
Los fósiles han sido presentados por los tres codirectores de Atapuerca (José María Bermúdez de Castro , Juan Luis Arsuaga y Eudald Carbonell) además de Rosa Huguet del IPHES y Gonzalo Santonja, consejero de Cultura del gobierno de Castilla y León.
