LaLiga ha anunciado este miércoles que ha presentado una denuncia ante la UEFA contra el PSG, que se una a otra contra el Manchester City en el mes de abril, por entender que estos clubes incumplen de forma continua la actual normativa de fair play financiero. No es la primera vez que LaLiga denuncia estas prácticas anticompetitivas ante la UEFA. La organización española presentó ya en 2017 y 2018 escritos ante la UEFA contra el PSG y Manchester City por infringir el fair play financiero, lo que provocó sanciones por parte de la UEFA contra ambos «clubes estado», aunque posteriormente fueron anuladas por unas extrañas decisiones del TAS. El presidente de LaLiga, Javier Tebas, informó el pasado lunes que el campeonato español había presentado una demanda contra el fichaje del noruego Erling Haaland por el Manchester City y que esta semana repetiría el proceso por la renovación de Kylian Mbappé con el PSG. La confirmación ha llegado este miércoles a través de un comunicado. «LaLiga considera que estas prácticas alteran el ecosistema y la sostenibilidad del fútbol, perjudican a todos los clubes y ligas europeas, y solo sirven para inflacionar el mercado de forma artificial, con dinero no generado en el propio fútbol», se asegura en la nota. El club inglés pagó al Borussia Dortmund 75 millones de euros (78,5 millones de dólares), que era el monto de la cláusula de libertad del noruego, pero con las comisiones de los agentes y el salario del jugador el montante total de la operación podría suponer 300 millones de euros para el City. Según el nuevo contrato de Mbappé con el PSG, el club pagará entre 40 y 50 millones de euros anuales al jugador en concepto de salario por cada una de las tres temporadas que ha firmado. «Las denuncias contra el Manchester City ante la UEFA se realizaron en el mes de abril y esta última semana se ha presentado la correspondiente al PSG, aunque no se descarta que en los próximos días se realicen ampliaciones de alguna de estas denuncias con la aportaciones de nuevos datos», asegura LaLiga, que considera que «la financiación irregular de estos clubes se realiza, bien a través de inyecciones de dinero directas o bien a través de contratos de patrocinio y de otro tipo que no se corresponden con condiciones de mercado ni tienen sentido económico».
