No existe un patrón único porque cada club de las categorías inferiores vive una realidad diferente y la relación con sus aficionados es distinta en cada municipio, pero en el fútbol modesto va en aumento la preocupación por la pérdida del apoyo de los vecinos a los equipos de su pueblo. Cada casa es un mundo y no se puede generalizar porque hay equipos con muchísimo tirón, pero esta inquietud es confirmada a ABC por varios dirigentes de entidades que renuncian a muchas horas de su tiempo para sacar adelante a sus clubes, un trabajo que no siempre obtiene la recompensa esperada. Ni deportiva ni socialmente, lo que más duele a los directivos. «A veces dan ganas de dejarlo todo». «Nos encanta el fútbol, para muchos es nuestra vida, pero cada vez es más complicado sacar adelante un club. Los gastos crecen año tras año y los aficionados no siempre responden. Deberían identificarse más con sus equipos», explica a este periódico un presidente de un equipo de la Tercera RFEF que prefiere que no se cite el nombre de su club. «Mejor así, no quiero que alguno de los escasos socios que tenemos se sienta ofendido y se dé de baja». Aunque existen clubes que cada jornada siguen sintiendo el calor de sus aficionados independientemente de los resultados o la climatología, otros no encuentran la fórmula para movilizar a los vecinos para que se impliquen con el equipo que defiende el nombre y el escudo de sus pueblos. A medida que se va descendiendo en los peldaños del fútbol, la falta de apoyo se hace más evidente. Una triste realidad que los dirigentes achacan a un exceso de partidos televisados y que muchos aficionados justifican por los precios de las entradas. «En países como Inglaterra, campos de la tercera categoría o de otras inferiores están siempre llenos, me da una gran envidia», reconoce el presidente. Un ejemplo de esos equipos a los que les cuesta un mundo llenar su estadio es el CD Utrera, conjunto sevillano que, por cuarto año consecutivo, ya ha asegurado su presencia en el playoff de ascenso a Segunda División RFEF y que este domingo tiene la oportunidad de atar el segundo puesto del grupo si logra la victoria ante la UD Los Barrios. Una plaza que ‘allana’ el camino en esa fase de ascenso y que dejaría prácticamente atada la participación en la próxima edición de la Copa de del Rey. En una nueva iniciativa para agradecer el esfuerzo de la plantilla e intentar poblar las gradas del San Juan Bosco, un estadio que a finales de 2021 fue reinaugurado después de ser remodelado, ha lanzado a lo largo de esta semana una promoción para atraer a los aficionados. Un ‘gancho’ que no parece haber funcionado. Cuna de grandes jugadores y técnicos La junta directiva de la entidad sevillana decidió que los socios podrían conseguir una o dos entradas al precio de seis euros cada una. Por su parte, los no socios del CD Utrera tendrán la posibilidad de adquirir una entrada general por doce euros y la opción de llevarse una segunda por seis euros. Una iniciativa que tampoco ha atraído a los aficionados porque, según informa el portal elsilbatodigital.es solo se han vendido una docena de entradas. A pesar de que de Utrera ha sido la cuna de grandes jugadores , como el fallecido José Antonio Reyes o el madridista Dani Ceballos, y también grandes entrenadores, como Joaquín Caparrós, los aficionados de este municipio, a diferencia de lo que sucede en otros municipios, no terminan de identificarse con su club. Sus dirigentes, como los de muchos otros modestos equipos, seguirán trabajando para sacar adelante a conjuntos que ya son, en muchos casos, centenarios. Entidades que forman parte de la idiosincrasia de sus municipios y que piden el apoyo de sus vecinos.
