El nombre de Lia Thomas está en primera línea de la actualidad deportiva y no por sus éxitos en la piscina ‘per se’, sino por cómo esta nadadora los está logrando. El último ejemplo lo ha dejado un vídeo que ha compartido la Universidad de Pensilvania, cuyo escudo ella defiende.

La nadadora transgénero ha revalidado el título de campeona de los 500 metros libre de la Ivy League, la liga entre universidades estadounidenses donde se han bregado infinidad de campeones mundiales y olímpicos. Thomas, que ya tenía el récord en esta prueba, se ha impuesto con una ventaja tal que muchos la consideran indignante. Su ventaja en una piscina de 25 metros (semiolímpica) es tal que es capaz de llegar al último largo dejándose ir y aún así sacarle más de media piscina a su primera perseguidora, Catherine Buroker.

El tiempo con el que Thomas se ha impuesto es de 4:37.32. Buroker, que compite también por ‘Penn’, entró con un crono de 4:44.83. El vídeo no deja lugar al debate de la diferencia competitiva entre ambas.

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Lia Thomas is the @IvyLeague champion in the 500 free. Her time of 4:37.32 is a new pool record.

Catherine Buroker finishes in second.#FightOnPenn pic.twitter.com/ki2SQdxn6Q

— Penn Swimming & Diving (@PennSwimDive) February 17, 2022

El vídeo se ha viralizado rápidamente, y muchas respuestas critican que Thomas haya podido competir. Una de las más elocuentes da la enhorabuena a Buroker, por ser «la mujer más rápida en esa piscina», en señal clara de desaprobación a que Lia Thomas, nacida William hace 22 años.

Aunque numerosas nadadoras pidieron su exclusión inmediata, la Ivy League se negó bajo el amparo de la protección a todas las identidades de género. Sin embargo, competiciones como estas reafirman el temor que existe en el ámbito del deporte femenino al verse en desventaja frente a varones que se identifican como mujeres.

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