El 27 de septiembre se conmemora el Día del Pediatra Hondureño. Un día donde se les hace homenaje a los profesionales de la medicina por su ardua labor con los infantes. Quienes atienden emergercias frecuentes como ser fiebre, tos, vómitos, diarreas, convulsiones, desmayos, intoxicación, envenenamiento, quemaduras, dolores del oído y garganta, o infecciones de la piel, vías urinarias y respiratorias, resfriados y gripes, entre otras cosas.
Y es que los niños son potencialmente vulnerables a las lesiones. Su curiosidad y sus ganas de experimentar, unido a su dificultad para advertir o responder ante el peligro, les sitúa ante una desprotección que puede llegar a comprometer sus vidas.
Parte de la labor de los pediatras consiste en realizar campañas informativas en todos los centros de salud del país, educando a los padres y madres sobre las enfermedades más comunes que sufren los niños en Honduras.
Con la llegada de la pandemia del Coronavirus y el surgimiento de nuevas variantes que son más agresivas, actualmente, los pediatras de Honduras se enfrentan al reto de salvar a los niños que representan al 10% de los contagiados por Covid-19.
Hasta el momento, el Covid-19 se ha cobrado la vida de aproximadamente 50 menores de edad, y la cifra puede dispararse por lo imposibilidad de controlar la pandemia, especialmente por el retorno a clases. Por ello, los especialistas insisten en que los padres endurezcan las medidas de protección para contrarrestar el virus y evitar la pérdida de sus seres queridos.
