El sueño es una parte integral de la vida cotidiana, una necesidad biológica que permite restablecer las funciones físicas y psicológicas esenciales para un pleno rendimiento. Los avances científicos han demostrado que cuando se duerme, el cerebro y el cuerpo entero se mantienen en actividad. Durante la noche, los órganos y los procesos internos trabajan arduamente. Además, el sueño de calidad es esencial para la salud a cualquier edad, puesto que, mientras se duerme, los órganos se restauran y se fortalecen los sistemas del cuerpo.

Pero, ¿cuántas horas creen las personas que necesitan dormir? ¿Ocho horas? La Fundación Nacional del Sueño de Estados Unidos indica que los recién nacidos requieren entre catorce a diecisiete horas diarias de sueño; a medida que pasan los meses, el tiempo de descanso se reduce. Lo mismo sucede con los niños de entre uno a trece años, los primeros duermen de once a catorce horas, mientras que los niños de seis a trece años descansan por nueve a once horas. En el caso de los adultos, desde los dieciocho años a los sesenta y cinco, bastan siete u ocho horas de sueño.

Sin embargo, algunas personas tienen necesidades individuales de sueño que es necesario comprender para su salud. Si se es productivo, saludable y dichoso; es suficiente con seis horas de sueño. Al contrario, si se duerme ocho horas y frecuentemente se siente descontento, falta de concentración y cansancio; es necesario descansar un poco más.

Algunas enfermedades y otros problemas de salud también pueden hacer que el organismo necesite más tiempo de sueño para mantener su buen funcionamiento. También, se requiere dormir más si tienes un alto nivel de gasto energético diario al practicar deportes con frecuencia o trabajar en un empleo que requiere mucho esfuerzo físico.

Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) señalan el sentirse soñoliento o cansado incluso después de dormir suficiente algunos de los indicios, despertar frecuentemente durante la noche y tener síntomas de trastorno del sueño, como ronquidos o falta de aire; son indicios de que se debe intentar mejorar la calidad de tu sueño.

Algunos consejos para incorporar en la rutina y mejorar la calidad del sueño son: acostarse y despertarse a la misma hora, incluso los días libres. Una habitación silenciosa, oscura y con buena temperatura, es fundamental para dormir bien. Además, no se recomienda ingerir cafeína, alcohol o grandes cantidades de comida antes de dormir. Si pese a aplicar estos consejos, se tiene problemas antes, durante y después del sueño; es aconsejable una consulta médica.

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