La selección española ha vivido una semana completamente caótica en la que debería haber sido la puesta a punto definitiva de cara a la Eurocopa. España debuta el próximo lunes contra una Suecia que también ha tenido que alterar sus planes por algunos casos coronavirus en su selección, pero el torneo ya dio el pistoletazo de salida este viernes con la victoria de Italia ante Turquía.

Con todo lo que ha sucedido en la concentración después del positivo de Sergio Busquets el pasado domingo hasta lo que parece haber sido el fin de la polémica con la vacunación, lo puramente deportivo ha pasado a un segundo plano, pero lo vivido en torno a la Ciudad del Fútbol de Las Rozas no tiene desperdicio.

El capitán de la Roja hizo saltar las alarmas en pasado domingo después de que la RFEF comunicase su positivo en las pruebas PCR, desatando un caos sanitario en la concentración. Busquets abandonó Las Rozas y todos sus compañeros fueron aislados, instaurando rutinas de ejercicio individualizadas, de acuerdo a lo que mandan los protocolos.

Tras detectarse el primer caso positivo del equipo a menos de una semana de que empezase la Eurocopa, se hizo visible el enfado de la Federación y personas cercanas a la selección de que los convocados no hubiesen sido vacunados, mientras que a la vez, crecía el temor de un posible brote. Las autoridades pronto tornaron su postura a favor de la inmunización de los futbolistas, aunque faltaban flecos por determinar antes de aprobarla y llevarla a cabo.

Ante la posible baja de Busquets y de otros futbolistas que pudieran haber sido contagiados, Luis Enrique optó por reforzar la concentración llamando a varios jugadores de reserva para que vayan entrenando en el caso de necesitarles para la Eurocopa. Así, la selección formó una burbuja alternativa a la de los convocados, con Brais Méndez, Rodrigo Moreno, Carlos Soler, Pablo Fornals y más tarde Raúl Albiol y Kepa Arrizabalaga, como posibles recambios.

Con el anuncio del positivo de Busquets, la Federación también decidió que serían los futbolistas de la sub-21 quien disputaría el último amistoso previo a la Eurocopa, contra Lituania. Tras su gran partido, el seleccionador también aprovechó para integrar en una tercera burbuja a varios futbolistas de la ‘Rojita’ con hasta once jugadores: Álvaro Fernández, Óscar Mingueza, Juan Miranda, Alejandro Pozo, Marc Cucurella, Martín Zubimendi, Gonzalo Villar, Brahim Díaz, Bryan Gil, Javi Puado y Yeremy Pino.

🚨 OFICIAL | Once jugadores de los que ayer se enfrentaron a Lituania se quedan en la burbuja paralela de la Selección.

👥 Estos futbolistas entrenarán junto a los 6 que ya están en la Ciudad del Fútbol a partir de las 11:00.

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— Selección Española de Fútbol (@SeFutbol) June 9, 2021

En las primeras pruebas que llevó a cabo la selección al resto de la plantilla tras conocer el contagio de Busquets todos los integrantes dieron negativo. Fue el martes por la noche, tras el España-Lituania cuando se informó que Diego Llorente estaba contagiado de coronavirus, volviendo a encender el temor en la concentración por un posible brote.

Sorprendentemente, dos días después, las siguientes pruebas realizadas al futbolista tuvieron un resultado negativo, pero el defensa necesitaba cuatro negativos consecutivos para poder reincorporarse a la disciplina de la Roja.

Cuando parecía vislumbrarse algo de serenidad tras la tormenta, la polémica volvió a surgir alrededor de la vacunación de la selección. Tras la aprobación de la inoculación de los fármacos de Pfizer por parte de Sanidad, la RFEF quería que las dosis suministradas fuesen de Janssen al ser una vacuna monodosis.

El problema, que las autoridades no aconsejan estas para menores de 40 años. Por su parte, las de Pfizer, al tener que inyectarse una segunda dosis a los 21 días, más el tiempo para generar anticuerpos, no termina de garantizar que los jugadores fuesen a estar inmunizados para la Eurocopa. Todo ello, sin tener en cuenta posibles bajas por efectos secundarios que estas puedan tener.

Finalmente, las autoridades dieron su brazo a torcer y aceptaron que cada jugador y entrenador tuvieran una vacuna distinta, inyectando Pfizer a aquellos que ya han pasado la enfermedad y Janssen a los que no.

Fue este viernes cuando, en principio, se puso punto y final a la última polémica previa a un gran torneo. Todos los futbolistas y miembros del staff técnico de la selección recibieron sus vacunas en la selección.

Afortunadamente, el central pudo reincorporarse a la selección este viernes después de que las cuatro pruebas a las que fue sometido diesen resultado negativo, tal y como indica el protocolo sanitario.

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