Aunque pocos niños se han enfermado con COVID-19 en comparación con los adultos, los niños pueden ser infectados, enfermarse y pueden propagar el virus que causa el COVID-19 a otras personas.

La mayoría de los niños con COVID-19 tienen síntomas leves o no han presentado síntomas en absoluto. Sin embargo, ciertos niños pueden enfermarse gravemente a causa del COVID-19. Podrían necesitar hospitalización, cuidados intensivos o asistencia mecánica que los ayude a respirar (respirador). En casos poco frecuentes, incluso podrían morir.

Es importante que sepa, que los bebés de menos de 1 año de edad y los niños con ciertas afecciones podrían ser más propensos a enfermarse gravemente a causa del COVID-19, como:

– Asma o enfermedades pulmonares crónicas
– Diabetes
– Afecciones genéticas, neurológicas o metabólicas
– Enfermedad de células falciformes
– Enfermedades cardiacas desde el nacimiento
– Inmunodepresión (sistema inmunitario debilitado debido a ciertas afecciones o por tomar medicamentos que debilitan el sistema inmunitario)
– Complejidades médicas (niños con varias afecciones crónicas que afectan muchas partes del cuerpo y que dependen de la tecnología y asistencia de envergadura para su vida diaria)
– Obesidad

Esta lista no incluye todas las afecciones subyacentes que podrían aumentar el riesgo de enfermarse gravemente en los niños.

Ante estas informaciones de menores de edad que han llegado a los centros asistenciales del país, la preocupación es que además de estar contagiados de un virus, que pudo provenir de un adulto en el hogar, los menores pueden con facilidad contagiar a su vez a las personas de la tercera edad que viven con ellos, o sea abuelos o abuelas, tios, etc.

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