lewandowski-khH--620x349@abc.jpgNi Cristiano Ronaldo ni Leo Messi. Por segunda vez en los últimos tres años (Modric lo ganó en 2018), el ganador del premio al mejor jugador del año no es ninguno de ellos. Robert Lewandowski fue coronado por la FIFA como «The Best» 2020 tras ser clave en los triunfos del Bayern en la Bundesliga y en la Champions, en la que su equipo aplastó, por ejemplo, al Barcelona del argentino por 8-2 en aquel partido para la historia. Es la primera vez que el polaco logra este reconocimiento, que le llega ya en el último tramo de su carrera y que le sirve para reivindicarse como uno de los grandes delanteros de los últimos años. Lucy Bronze, jugadora del Olympique de Lyon, fue elegida mejor jugadora de la temporada. El Bayern Múnich se sustenta en una robusta maquinaria y en los goles de Robert Lewandowski (Varsovia, Polonia, 32 años), el mejor delantero del momento. El polaco es hoy la máxima expresión del arte del gol. Una historia que se construyó a partir del rechazo y la opresión. No hay un relato truculento detrás de Lewandowski. No hay guerras, hambre o marginalidad, sino andanzas de alta gama en la Polonia postcomunista. Nació un año antes de la caída del Muro de Berlín en una familia acomodada, de padre exfutbolista profesional y excampeón de judo (Krzysztof Lewandowski), y en una atmósfera ligera de vicios que solo se torció por el acoso escolar que padeció el pequeño Robert. Lewandowski (1,85 metros, hoy 78 kilos) era delgado, flacucho y desgarbado. Un Julio Salinas polaco, muy tímido, que provocaba risas entre sus compañeros de colegio. Nadie, ni sus profesores deportivos, lo veían capaz de ser futbolista o atleta profesional. «Sus piernas parecían palos. Le recomendé que comiera panceta», ha confesado Krzystof Sikorski, técnico de las categorías inferiores del Legia Varsovia. Los complejos convirtieron a Lewandowski en un adolescente rebelde. Carreras ilegales de coches sin carnet de conducir, altercados con la policía, agresión por lanzamiento de una mesa a una profesora por un suspenso… En vez de compadecerse, el delantero se fabricó otra vida. Horas y horas en el gimnasio para ganar masa muscular, estudios universitarios de Educación Física y Deporte, un trabajo final de carrera sobre su propio episodio de bullying y posterior preparación física. La muerte de su padre por un infarto alimentó el deseo del adolescente polaco por vivir del fútbol profesional. Progresó con goles (Legia, Znicz, Lech Poznan), pero sobre todo, con el empeño en moldear su escuálido esqueleto en el gimnasio. Ganó tanta masa muscular que invirtió las chanzas en el Borussia Dortmund (lo apodaban «chancentod», malgastador de oportunidades) hasta convertirse en «el cuerpo». Así se le conocía en su época dorada con Jurgen Klopp, Gotze y Marco Reus. En el Bayern Múnich desde 2014, Lewandowski ha elevado su historia de superación personal. En seis años ha fluctuado en una cifra, más de treinta goles cada curso en la Liga (34, en el último). Y explotó en la Champions (15 dianas, más que nadie) para coronar al Bayern campeón en Lisboa. La marca Huawei utilizó su pasado en una acción publicitaria: le cobraban más por ser flaco y débil y él conseguía la mejor tarifa telefónica con horas y horas de gimnasio… Son Heung-Min, premio Puskas al mejor gol Como mejor futbolista del planeta, la FIFA eligió a la inglesa Lucy Bronze, de 29 años, que militó las últimas campañas en el Olympique Lyon. Ella fue una de las artífices para que el cuadro galo consiguiera, además de los títulos domésticos, su quinta ‘Champions’ consecutiva. En el resto de los galardones de la temporada, el compañero de Lewandowski en el Bayern, Manuel Neuer, fue elegido el mejor portero, mientras que la francesa Sarah Bouhaddi, del Olimpique de Lyon, fue la mejor guardameta de 2020. Por otra parte, el jugador coreano del Tottenham, Son Heung-Min, fue galardonado con el premio «Puskas» al mejor gol por una acción conseguida durante el duelo frente al Burnley en la que se recorrió todo el camp, sorteando a varios rivales, para acabar marcando gol.<blockquote class=»twitter-tweet»><p lang=»es» dir=»ltr»>¡¿PERO DE QUÉ PLANETA ERES, SON!? ¡Qué barbaridad de gol! <br><br>¡Cogió el balón en su área… y acabó en la contraria ¡Tremendo! <a href=»https://twitter.com/hashtag/PremierLeagueDAZN?src=hash&ref_src=twsrc%5Etfw»>#PremierLeagueDAZN</a> ⚽ <a href=»https://t.co/2GQGSPtIEk»>pic.twitter.com/2GQGSPtIEk</a></p>— DAZN España (@DAZN_ES) <a href=»https://twitter.com/DAZN_ES/status/1203361490365026304?ref_src=twsrc%5Etfw»>December 7, 2019</a></blockquote> <script async src=»https://platform.twitter.com/widgets.js» charset=»utf-8″></script> Además, Jürgen Klopp (Liverpool) y Sarina Wiegman (seleccionadora e Países Bajos) fueron los mejores entrenadores en una gala en la que fueron homenajeados Paolo Rossi, Gerard Houllier y Diego Armando Maradona. Un hincha, premiado por su amor a los colores El brasileño Marivaldo Francisco da Silva, seguidor del Recife, ha recibido el premio al mejor aficionado durante la gala de «The Best» de la FIFA. El hincha brasileño, que no tenía para pagar el transporte, caminó durante doce horas, cruzando tres ciudades, para ver jugar a su equipo. Además, el joven jugador italiano Mattia Aignese, que salvó la vida de un rival el pasado enero durante un partido, fue galardonado con el premio al Juego Limpio. Aignese, el pasado 26 de enero, jugaba un encuentro con el Ospedaletti contra el Cairese cuando un oponente, vio que Matteo Briano estaba desvanecido en el césped. Sin pensárselo dos veces, el joven de 17 años le atendió de emergencia con las primeras atenciones y consiguió salvarle la vida.

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