“Estoy muy emocionada, muy agradecida por el premio. Todavía no me lo creo. Humildemente digo que soy una de las más destacadas bailarinas. Pero no puedo decir que soy la mejor del mundo, hay muchas muy buenas. Es un gran honor ser la primera mexicana que recibe este premio”, cuenta todavía emocionada. Antes de Carrillo, solo una latinoamericana, Maria Riccetto, de Uruguay, había ganado el máximo premio de la danza.
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