Emilio Martíne Gavira

El responsable de Enagás Emprende y el profesor-tutor de Citizen Bootcamp explica las claves para conseguir el éxito entre los emprendedores, a través de la innovación, sin olvidar la colaboración de dichos emprendedores con grandes empresas, que les pueden ayudar a conseguir sus objetivos.

¿Por qué cada vez son más las grandes empresas que se interesan por los emprendedores?

En esta revolución emprendedora en la que vivimos desde hace años, las grandes corporaciones ya son plenamente conscientes del alto impacto que pueden tener los emprendedores en sus respectivos sectores a través de sus novedosas soluciones, tanto desde un punto de vista de proveedores de innovadores productos o servicios, como de eventuales competidores capaces de disrumpir y cambiar su industria.

¿Qué oportunidades ofrecen las grandes empresas a las startups?

En general buenas y amplias oportunidades: tanto como posibles clientes de sus productos o servicios, como de co-desarrolladores o beta-testers de las mismas, o como por supuesto partners comerciales-industriales, socios financieros o incluso como posibles compradores de la startup para integrarla en su organización, suponiendo un exit para el emprendedor.

¿Algún consejo para poder aproximarse a este tipo de inversores o socios estratégicos para desarrollar las ideas de negocio?

El mejor consejo es que ambos agentes,  emprendedor y corporación, sean capaces de ponerse en la posición del otro, y en clave de valor, ver la mejor fórmula de colaboración en la que ambas partes salgan beneficiadas. Es clave que sean capaces de cambiar el paradigma, verse bajo una óptica de cliente-proveedor, o de pez grande – pez chico por otra más entre pares, en el que ambos se necesitan, se complementan, para poder co-desarrollar un potencial negocio que sería beneficioso para las dos partes.

¿Nos puedes decir cuáles son las fórmulas de colaboración más habituales entre las organizaciones ya consolidadas y los negocios emergentes?

Es difícil subrayar solo una ya que depende del sector, del tipo de organizaciones y por supuesto de la madurez de startups, por lo que la casuística es muy amplia. No obstante sí podríamos decir que, grosso modo, hay dos grandes fórmulas de colaboración habituales entre corporaciones y startups: un primer grupo de fórmulas destinadas a generar un proyecto en el que no hay intercambio accionarial, y un segundo grupo en las que sí que la corporación toma participación. En el primer grupo podríamos encontrar desde opciones más mercantiles como compra innovadora de soluciones de los emprendedores a ejemplos más industriales como hacer un piloto conjunto, a testar una tecnología o a hacer un codesarrollo, a cambio de una ventaja para la corporación si ésta solución que se hubiera probado funcionara. En el segundo grupo tendríamos desde pequeñas tomas de capital a compra total de la empresa. Obviamente son muchos más frecuentes las fórmulas del primer grupo que del segundo.

¿Cuáles son los principales riesgos que asume un emprendedor que tiene como inversor o socio estratégico a una startup?

Entiendo que la pregunta se refiere al riesgo que asume un emprendedor que tiene como inversor o socio estratégico a una corporación u organización ya consolidada.

El principal riesgo es de equivocarse con el socio, riesgo que no solo se circunscribe al campo de las corporaciones, sino de los inversores financieros o incluso de los cofundadores, escoger a un mal socio, es un riesgo sea quien sea éste.

Por centrar la respuesta en los riesgos que incurre el emprendedor al tener como socio a una corporación a nivel general, el principal está en que la corporación u organización no le aporte el valor concreto que el emprendedor buscaba en él más allá de la inversión puramente financiera. Por lo general si un emprendedor permite la entrada como inversor o socio estratégico a una corporación, lo hace con el objetivo de buscar algo más que una inversión puramente financiera, lo que podría ser el conseguir el deployment tecnológico a escala industrial de su solución, una integración de su solución en la cadena de valor productiva de la empresa o quizás un mayor alcance comercial al ser socio de la corporación; el no conseguir este valor adicional, sin duda sería el principal riesgo.

Muchos gobiernos están apostando por la transferencia de la innovación de los institutos de investigación a las empresas y a los emprendedores, ¿vamos por el buen camino?

Es uno de los grandes retos desde hace años, el conseguir transferir adecuada los resultados de la investigación del laboratorio al mercado, y para ello son claves tanto la figura del emprendedor, como agente capaz de dotar de un modelo de negocio a esta tecnología y a las empresas, como “launching-customers” o “beta-testers” de las mismas. Creo que se están dando pasos importantes, se está poniendo en valor la figura del científico-emprendedor y están surgiendo varias iniciativas para intentar facilitar la conexión instituto de investigación con el mercado, pero aún queda bastante por hacer en este sentido y me gustaría ver muchos más casos de investigadores que consiguen crear sus startups comercializado los resultados de sus investigaciones.

¿Qué se necesitaría mejorar?

Es difícil responder en unas líneas, pero en general la revolución emprendedora que está afectando a tantos agentes económicos (corporaciones, sociedad civil, escuelas de negocio, etc) debe también expandirse en los Centros e Institutos Tecnológicos y el científico debe conocer y tener las herramientas y apoyos suficientes para llevar el resultado de sus investigaciones al mercado, si es que éstas se demuestran viables técnicamente y con potencial de negocio.

Usted es profesor tutor de Citizen Bootcamp, ¿qué consejos les da a los emprendedores que participan en este programa?

Que lo aprovechen al máximo. Sacar un proyecto empresarial adelante es muy difícil, ya que la estadística está en su contra, pero el tener los recursos y apoyos adecuados, sin duda lo facilitan. Emprender es un poco arte, en tanto en cuanto las capacidades personales del emprendedor son claves para el éxito, pero también ciencia, ya que hay diversas metodologías y procesos para la creación de empresas que existen, y funcionan, y que siguiéndolas, si bien no garantizan el éxito, sí al menos limitan las posibilidades de fracaso y a éstas las concentran en las primeras fases del proyecto empresarial. Mi sensación es que si los participantes en Citizen Bootcamp no consiguieran sacar su proyecto empresarial adelante, al menos habrán tenido acceso a una formación, network y experiencia emprendedora de primer nivel y sin duda les acercará al éxito en su siguiente aventura.

En su opinión, ¿los emprendedores tienen que estar constantemente innovando?

Los emprendedores deben estar constantemente intentando satisfacer a sus clientes que son quienes les suponen sus ingresos, ofrecerles nuevos y mejores servicios, y ampliar su base de clientes. Y no hay mejor forma de ser competitivo y de conseguirlo que a través de la innovación, por lo que creo que la respuesta a su pregunta sería sí. Dicho lo cual, sí querría subrayar que no solo los emprendedores, sino cualquier que aspire a mejorar profesionalmente, sea cual sea su ámbito, debe convertir la innovación en una de sus principales características.

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