“Con los Pelletier, siempre era así: las emociones, los secretos y las confesiones se mezclaban”, apunta Pierre Lemaitre en su novela El silencio y la cólera, que continúa la saga familiar “Los años gloriosos”, comenzada con El ancho mundo.

No puede hablarse de un argumento central, sino de varias historias y situaciones entrelazadas en torno a los Pelletier. Louis y Angèle se sitúan en un plano secundario y el mayor protagonismo recae sobre sus tres hijos afincados en París: François y Hélène, que son periodistas del diario Le Journal du Soir; y Jean, un comerciante casado con Geneviève y que se halla a punto de inaugurar una enorme tienda de ropa.

La novela transcurre en 1952. Uno de los episodios que la componen corresponde al viaje que todos los años, a instancias del padre, los Pelletier hacen a Beirut para conmemorar la fundación de la jabonería familiar. El argumento también explora los conflictos que surgen entre François y su novia Nine, una muchacha alcohólica y cleptómana, y registra las incesantes discusiones que tensan el matrimonio mal avenido de Jean y Geneviève, que tienen una hija de tres años y esperan otro bebé. Otra trama –una de las más desarrolladas– relata el traslado de Hélène a Chevrigny para escribir una nota sobre este pueblo que será sepultado bajo el agua cuando empiece a funcionar una presa.

La participación en un torneo amateur de un boxeador que trabaja en la jabonería y un artículo sobre la higiene de las mujeres francesas ocupan espacios menores dentro de la estructura de la obra.

Lemaitre conforma un elenco no complaciente de personajes que enriquece la novela, como Georges Guénot, el gerente de la tienda de ropa, que les impone deplorables condiciones laborales a las empleadas y pone en peligro la inauguración del comercio; o Armand Palmari, un inspector de Natalidad obsesionado por combatir el aborto –una práctica en esa época penada por la ley en Francia– que extorsiona a una muchacha para que le sirva de espía en los consultorios médicos y los laboratorios donde hace la limpieza. Por su parte, el pusilánime Jean, un hombre dominado por su despótica esposa, parece buscar en sus impulsos criminales una perversa autoestima que lo libere por un momento de ser “un marido asustado, cornudo y grotesco”.

El silencio y la cólera neutraliza su extensión gracias a un preciso montaje literario que mantiene el interés del lector y evita el caos narrativo. Cada historia se va cerrando de manera satisfactoria excepto la de Jean, que deja un final abierto, como si el autor prometiera proporcionar un desenlace en una tercera entrega de su saga “Los años gloriosos”.

El silencio y la cólera

Por Pierre Lemaitre

Salamandra. Trad.: J. A. Soriano Marco

569 páginas, $ 34.999

 

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