Barça y Olympiacos ya velan armas de cara al decisivo quinto partido de cuartos de final de la Euroliga que se disputará el próximo miércoles a las 21.00 horas en el Palau en el que un equipo celebrará la clasificación para la Final a Cuatro de Berlín y el otro llorará su eliminación.
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No dio la talla el equipo de Roger Grimau en el cuarto partido que se disputó el jueves en El Pireo y del que los azulgranas salieron escaldados por un 92-58 que tan solo vale un punto. Es la mejor lectura que se puede hacer de una derrota difícil de entender.
La otra lectura es que el extécnico blaugrana Georgios Bartzokas ha recuperado a lo largo de este ‘play-off’ a dos jugadores vitales que apenas tuvieron protagonismo en los dos partidos del Palau y demostraron el jueves ya están en condiciones de hacer mucho daño a las huestes barcelonistas.
Uno es Nikola Milutinov. El pívot serbio, que ya fue objeto de deseo azulgrana a comienzos de la década, lleva tres temporadas malviviendo con continuos problemas físicos derivados de la grave lesión de rodilla que sufrió en las filas del CSKA Moscú.
Renqueante de un tobillo desde principios de año, el pívot de 2,14 metros jugó 5:06 en el primer partido con tres puntos y un rebote, tuvo 7:50 en el segundo con solo tres rebotes y no jugó en el tercero. Sin embargo, en el cuarto volvió por sus fueros con 8 puntos, 11 rebotes y un magnífico +18 de valoración en 22 minutos.
Barztokas recupera así su triple amenaza en la pintura, ya que a la versatilidad de Filip Petrusev y a la inmensidad de Moustapha Fall (2,18 metros) une uno de los pivots más determinantes de los últimos tiempos en el baloncesto europeo. Lástima de las lesiones.
El otro ‘fichaje’ ha sido bastante más inesperado. El exazulgrana Kostas Papanikolaou ni siquiera viajó a Barcelona la semana pasada y tampoco se vistió el martes en el tercer partido de la serie por problemas físicos. Pocos lo esperaban el jueves, pero reapareció a lo grande.
El internacional griego martilleó el aro blaugrana con tres triples seguidos (falló otros tres) y ayudó como siempre en la ‘pintura’ para terminar con nueve puntos, seis rebotes y un +13 de valoración. El ala-pívot es puro carácter y el Barça deberá atarlo muy en corto.
