En un intento por controlar la inflación, la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) decidió este miércoles mantener sus tasas de interés inalteradas en el rango objetivo entre 5,25% y 5,5%. Estos porcentajes marcan máximos desde enero de 2001, y, aunque la decisión fue que se mantuvieran estables, el comité de la Fed aclaró que no planea subir más los tipos de interés.

La institución advirtió, además, sobre la ausencia de progresos sustanciales en su objetivo de inflación, que es del 2% anual y que, pese a haber mostrado mejoras, volvió a acelerar en los últimos meses.

Por esto, según comunicaron, el presidente de la Fed, Jerome Powell, anunció que los pocos progresos en miras del objetivo impide que el banco central cuente con la suficiente confianza para alterar su posición monetaria. “No esperamos que sea apropiado reducir el rango objetivo de los tipos hasta que hayamos ganado una mayor confianza en que la inflación se está moviendo de manera sostenible hacia el 2%”, subrayó durante la conferencia de prensa posterior a la reunión del Comité Federal de Mercado Abierto. Además, agregó que la postura del banco central es “suficientemente restrictiva”, y que permitirá alcanzar la meta de estabilidad.

Powell también se refirió a las dos posibilidades que permitirían que la institución decida aplicar una baja a las tasas de interés. Por un lado, resaltó la necesidad de que mejore la confianza de los miembros de la Fed sobre el proceso de desinflación; por el otro, planteó la vía a través del debilitamiento del mercado laboral.

La decisión se da en un contexto en el que los precios al consumo en Estados Unidos sufrieron un repunte. Por esto, también se modificaron las expectativas de una posible reducción de las tasas: los mercados esperaban que esto pudiera suceder en junio, y ahora la previsión se acerca más a que esto se dé en septiembre o, incluso, noviembre.

La modificación ocurre porque, en un principio, el primer trimestre de 2024 mostró una moderación del crecimiento del PBI estadounidense –uno de los puntos principales a los que apuntaba la Fed con la medida–, luego de que en 2023 la expansión de este fuese superior a la prevista.

De hecho, mientras que en el último trimestre del año pasado el crecimiento de la economía fue del 3,4%, en los primeros tres meses de 2024 este fue más débil, y se ubicó en torno al 1,6%, según las estimaciones del Departamento de Comercio.

Además, en este comienzo del año, la inflación repuntó y retomó la tendencia alcista: en marzo llegó a 2,7% interanual, frente al 2,5% que había arrojado en febrero. La medición se basa en el índice de precios de gastos de consumo personal (PCE), que es el preferido por la Fed, y que excluye los alimentos y la energía.

Tras el anuncio de que las tasas se mantendrán inalteradas por el momento, las acciones argentinas que cotizan en Wall Street y son negociadas en dólares tuvieron, en su mayoría, ganancias. Al cierre de la jornada, la Transportadora Gas (TGS) fue la que más se disparó, con un aumento de 2,9%; seguida por Pampa Energía (PAM), con 2,2%; y Telecom Argentina (TEO), con 2,1%. Aunque con un porcentaje mucho menor, también YPF fue al alza, con un incremento en la jornada del 0,4%.

 

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