Toca decir adiós, por ahora, a las celebraciones y volver a centrarse en el césped. El triunfo ante el Barça el pasado fin de semana certificó la clasificación del Girona a la próxima edición de la Champions League. Un hecho histórico, a la altura de la temporada que están realizando los de Míchel.
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Dejando al margen los debates que entran a escena sobre dónde jugará el equipo los partidos de la máxima competición europea, la temporada del equipo catalán no ha terminado y todavía quedan objetivos muy importantes que afrontar.
Más allá de la clasificación a la Champions, el triunfo ante el Barça supuso arrebatarle al equipo azulgrana la segunda posición en la clasificación liguera, un puesto clave, ya que da acceso directo a la próxima edición de la Supercopa de España, con todo lo que ello conlleva a nivel económico y deportivo para los clubes que participan.
El Girona tiene por delante cuatro finales para asegurar esa posición y confirmar su presencia en la próxima Supercopa: Alavés (fuera de casa), Villarreal (casa), Valencia (fuera de casa) y Granada (casa).
Primera final
El escenario del primero de estos duelos será nada más y nada menos que Mendizorroza, para enfrentarse a un Alavés que vive en una situación muy cómoda en Liga, prácticamente en tierra de nadie, 11º con 41 puntos, salvados matemáticamente y con opciones muy remotas de entrar en Europa.
El estadio del Alavés, de hecho, apunta a ser una fiesta para celebrar la temprana permanencia, con posibles rotaciones por parte de Luis García, un escenario ideal para que el Girona, que todavía tiene cosas en juego, imponga su juego y se lleve tres puntos clave en la lucha por la segunda plaza.
Los locales también tienen problemas con las lesiones y sanciones. Duarte y Gorosabel parecen no estar recuperados del todo, a pesar de entrar en la lista, mientras que Samu Omorodion, la gran amenaza ofensiva del Alavés, será baja por acumulación de tarjetas, dejando que Kike García y Giuliano Simeone lleven la responsabilidad del ataque babazorro.
Objetivos
Como bien afirmó Míchel, participar en la próxima Supercopa de España acercaría al Girona a un título, pero no es el único objetivo presente en la recta final de la temporada.
A nivel individual, Artem Dovbyk está cada vez más cerca de lograr el pichichi de la categoría. El máximo goleador de LaLiga suma, por el momento, 20 goles, superando a Bellingham (18), Sorloth (17) y Lewandowski (17). De lograr alzarse con el galardón, sería el primero en conseguir el trofeo pichichi sin ser jugador de RealMadrid, Barça o Atlético de Madrid desde 2008, cuando lo logró Dani Güiza, que jugaba en el Mallorca.
La gran novedad que se espera en el once de Míchel para el partido en Vitoria es la entrada de Portu por Tsygankov en el perfil derecho del ataque. El español firmó una actuación memorable ante el Barça, marcando dos goles y dando una asistencia tras salir en el minuto 65. Un premio muy merecido.
