Pocos jugadores son intransferibles en la actual plantilla del Barça. Solo Ter Stegen, Cubarsí, Lamine, Gavi y Pedri tienen ese estatus. El club escucharía ofertas por el resto, aunque hay futbolistas que cuentan tanto para el cuerpo técnico como para la dirección deportiva y lo más normal es que sigan de azulgrana la próxima temporada. Es el caso de Andreas Christensen, que se ha ganado seguir por su compromiso y buen rendimiento.
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Es cierto que una salida en forma de traspaso del danés dejaría en el club un importante beneficio, pues llegó en el verano del 2022 desde el Chelsea con la carta de libertad, pero los técnicos valoran mucho su aportación en las dos temporadas que lleva de azulgrana, especialmente en esta segunda en la que ha tenido que cambiar de posición y adaptarse al medio centro para cubrir una carencia que tenía el equipo.
Xavi apostó por Christensen como medio centro en febrero, tras la debacle ante el Villarreal y una vez había perdido la confianza en Oriol Romeu y quiso situar a Gündogan más cerca del área rival, y el danés ha cumplido en su nuevo rol, encontrándose cada vez más cómodo y apareciendo con peligro también en el área rival. Lo hizo para marcar un golazo en Girona el pasado sábado o para asistir a Joao Félix en la goleada ante el Getafe. No ha sido su única aportación ofensiva del curso, pues marcó de cabeza tanto en el Santiago Bernabéu como en el Parque de los Príncipes frente al PSG, ambos goles en jugadas a balón parado.
El técnico valora el compromiso del danés y, a pesar de los eternos problemas que arrastra Christensen en el Aquiles y que no le dejan acabar muchos partidos, quiere seguir contando con su presencia en la plantilla la próxima temporada, aunque tiene claro que lo quiere de vuelta a la posición de central. Eso sí, sabiendo que siempre podrá recurrir a él si lo necesita en un centro del campo que debe reforzarse este verano.
