JERUSALÉN.- Los habitantes de Jerusalén afirmaron este domingo que el ataque nocturno de Irán, con drones y misiles, fue “aterrador” pero que confían en el sistema de defensa de su país, y algunos incluso reclamaron venganza.

La ciudad amaneció aparentemente con normalidad, sin que se apreciara ningún cambio en su principal mercado o en sus estaciones de tren y coletivo.

Israel afirmó que había “frustrado” el inédito ataque de los iraníes con la ayuda de Estados Unidos y de otros aliados, pero los ciudadanos de Jerusalén se declararon preocupados.

“La situación es realmente aterradora porque tenemos miedo de lo que pase y de todos los bombardeos y aviones que se avecinan”, afirmó Ayala Salant, una residente de Jerusalén de 48 años.

“Sin embargo, estamos muy muy felices con la alianza que nos ha ayudado, porque la mayoría de aparatos voladores y misiles no llegaron a Jerusalén”, agregó. “Esperamos que esta escalada termine pronto”.E

El ataque conmocionó a los israelíes, cuyo ejército ha combatido durante años al movimiento palestino Hamas en Gaza, pero nunca ha entrado en guerra directa con la potencia regional. Por la noche se podían ver armas e interceptores centelleando sobre el cielo.

“Creo que fue bastante aterrador cuando en mitad de la noche empezamos a oír estampidos y no sabíamos lo que era, quiero decir, sabíamos lo que era, no sabíamos hasta qué punto llegaría”, dijo Cecile Smulowitz, residente en Jerusalén.

“Pero gracias a Dios el ejército israelí llegó, y hasta ahora todo está tranquilo y esperamos que siga así”

Por su parte, Yishai Levi, de 67 años, quiso destacar que “una vez más, [Israel] probó su superioridad tecnológica […] y controló la situación de una forma impresionante”.

El ataque, que empezó el sábado por la noche, se produjo después de que Irán hubiera lanzado varias amenazas, asegurando querer vengarse tras un mortífero bombardeo contra su consulado en Damasco, el 1° de abril. Una agresión que la República Islámica imputó a Israel.

El ataque marca una importante escalada en la larga guerra encubierta que libran ambos archienemigos regionales, y se produjo en un contexto de guerra entre Israel y el movimiento islamista palestino Hamas en la Franja de Gaza.

Pero Sharin Avraham, de 31 años, apuntó que “luchar contra un Estado es una guerra diferente” y que esto requiere una respuesta por parte de Israel.

“Tenemos que responder porque Irán es un país”, insistió. “El Estado de Israel necesita mostrar que somos fuertes y que esto no es algo que podamos dejar pasar. No somos el saco de boxeo del mundo”.

Los aliados de Irán también llevaron a cabo ataques coordinados contra posiciones israelíes. Este domingo temprano, en muchos puntos de Jerusalén, sonaron las alarmas y se oyeron explosiones.

Gil, un vecino de Jerusalén de 30 años, que no dio su apellido, afirmó que no tenía “mucho miedo”.

“Fue hermoso ver que Occidente está con nosotros y que nos ayudó con las interceptaciones”, dijo.

Antes del ataque iraní, las autoridades israelíes habían ordenado a la población que no celebrara grandes reuniones, el cierre de todas las escuelas y lugares de acampada infantil durante la festividad judía de Pascua, y el cierre de algunos lugares de playa y turismo.

“No queríamos la guerra con Hamas, ellos nos atacaron. No queremos una guerra con Irán, ellos nos atacan”, dijo Amy Friedlang Morgans, residente en Jerusalén de 71 años.

“No queremos una guerra con Irán, ellos, de alguna manera no pueden aceptar que la gente judía viva aquí. Esta es nuestra patria, está escrito en la Biblia”.

Pero en el norte de Israel, cerca de la frontera con Líbano, los habitantes parecían más inquietos. “No estamos en una isla. Hay gente a nuestro alrededor por la que estamos preocupados”, señaló Waheb Khalayla, una enfermera jubilada de 68 años que vive en el pueblo de Majd al Krum. “Tenemos miedo de que estalle una guerra que afecte a la vida diaria y a la economía” de la gente, añadió la mujer.

Agencias AFP y Reuters

 

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