El predio de la planta de Fabricaciones Militares Sociedad del Estado (FMSE) ‘Fray Luis Beltrán’, ubicada en los suburbios de la Ciudad de Rosario, fue declarada “zona militar” por el Presidente de la Nación, Javier Milei.

Ante la seguidilla de hechos violentos vinculados al narcotráfico en la ciudad santafesina, el máximo argumentó, según quedó expuesto en el Boletín Oficial, que “resulta imperiosa la adopción de mayores medidas de seguridad en forma urgente”. La medida fue tomada con el objeto de ampliar la custodia y evitar los robos de municiones que pueden caer en manos de bandas de narcotraficantes de la región.

La medida quedó asentada en el DNU 350/2024, publicada en el Boletín Oficial y comprende a la Fábrica Militar “Fray Luis Beltrán”, que se encuentra en la localidad de San Lorenzo, a solo 15 kilómetros de la ciudad de Rosario.

Está definición permitirá que la vigilancia del predio quede bajo responsabilidad de las Fuerzas Armadas, al igual que lo que ocurre en cualquier unidad militar.

El predio pertenece a la empresa Fabricaciones Militares; produce armamento y municiones para las Fuerzas Armadas y de Seguridad. Específicamente se fabrican municiones 9 mm, 7.62 mm, 105 mm, cohetes de 105 mm y proyectiles de mortero de 120 mm, además de armas, chalecos antibalas y espoletas.

Para justificar la decisión, el Presidente precisó en el Decreto de Necesidad y Urgencia que “es de público conocimiento la situación de inseguridad por la que atraviesa la ciudad de Rosario y las localidades adyacentes”, ratificando que “resulta imperiosa la adopción de mayores medidas de seguridad en forma urgente”.

“La declaración de Zona Militar a la Fábrica Militar ´Fray Luis Beltrán´ contribuirá al logro de la eficacia y eficiencia del sistema de seguridad, al habilitar a las Fuerzas Armadas para diseñar y operar el citado sistema”, explicó.

El mandatario hizo hincapié en que: “constituye un objeto de valor estratégico, dado que su destrucción o posible daño afecta a la seguridad del Estado, en atención a las capacidades industriales para el sector de Producción para la Defensa”.

Con ello se darán las condiciones para: “el despliegue de una capacidad eminentemente militar para prevenir y conjurar un eventual ataque” contra la planta de municiones.

La Fábrica Militar “Fray Luis Beltrán” estuvo desde 1926 constituida por dos dependencias: la de Artillería y la de Armas Portátiles. Dentro de la reorganización del Servicio de Arsenales del Ejército, se creó el Arsenal Regional del Litoral con sede en Puerto Borghi (Santa Fe), que luego se denominaría Arsenal “San Lorenzo”.

Allí, se dispuso establecer como anexo una planta que en pequeña escala produjera municiones, espoletas y otros elementos: en el año 1943 pasa a la órbita de la Dirección General de Fabricaciones Militares.

“En dicha Fábrica nos especializamos en la producción para la Defensa y Seguridad, albergando tres líneas productivas: Planta de Chalecos, Planta de Armas y Planta de Municiones”, según indica Fabricaciones Militares.

La medida se tomó poco tiempo después de que el Gobierno tomase la decisión de apoyar con vehículos y helicópteros militares al trabajo de las fuerzas federales de seguridad en Rosario.

Recientemente, dos homicidios de civiles en Rosario fueron cometidos con balas de la Policía de Santa Fe, que habían sido producidas por Fabricaciones Militares para aquella fuerza.

El cinco de marzo pasado, Héctor Raúl Figueroa, taxista de 43 años de edad fue baleado y muerto con nueve balazos tras un viaje de taxi que hizo desde Uriburu y Oroño a Flammarión al 5100, casi en el cruce con Lamadrid, un sector del barrio Las Delicias cerca de las 23. La munición que mató al padre de dos hijos que estaba por casarse tenía inscripción de la Policía de Santa Fe. El seis de marzo Diego Alejandro Celentano, taxista de 33 años, hombre casado y padre de una hija de cuatro años, murió baleado de cinco tiros en zona sur de Rosario, cerca de las piletas del Saladillo en Marcelo T. de Alvear y Garmendia en el sector conocido como “La Mandarina”. También fue cerca de las 23. Las balas, al igual que el caso anterior, tenían inscripción de la Policía de Santa Fe. El asesinato fue a pocos metros del domicilio particular de Luis Maldonado, jefe de la Policía provincial.

Antecedentes de robo de municiones

En diciembre de 2014 se denunció el robo de 26.000 balas de 9 mm del Batallón 603, a pocos metros de la Fábrica Fray Luis Beltrán, donde habían sido producidas las municiones. Era el equivalente para llenar el cargador de 2000 pistolas y el hecho llevó a que el Ministerio de Defensa (En aquel entonces conducido por Agustín Rossi) a ordenar la suspensión de dos oficiales y cinco suboficiales que estaban encargados de la custodia del armamento y a prever la mudanza del arsenal para su seguridad.

El hecho fue denunciado por el Ejército ante el Juzgado Federal N.º 3 de Rosario, a cargo de Carlos Vera Barros, que derivó la investigación al fiscal Mario Gambacorta. Surgieron sospechas de que las balas podrían haber sido vendidas en el mercado negro, donde se proveen en Rosario a bandas narcocriminales como Los Monos.

En diciembre de 2019, tres integrantes de la banda de Los Monos que eran perseguidos por la policía, se ocultaron en uno de los laberínticos pasillos de la villa Las Flores. Antes de que los efectivos los perdieran de vista, los soldaditos narco, descartaron una mochila. Al revisarla, los policías hallaron tres granadas FMK 2, fabricadas en la planta de Fray Luis Beltrán.

En julio de 2022 se encontraron en un descampado de Ezeiza 46 cohetes MB 66, los 15 proyectiles de mortero de 81 mm y las 73 granadas de fusil, que los investigadores habrían rastreado hasta el material hurtado en la fábrica Fray Luis Beltrán, donde el robo de municiones fue una constante en los últimos 20 años.

 

Facebook Comments