La agroexportación aportó divisas al país por US$1501 millones en marzo pasado, una suba del 22% en relación con el mismo mes de 2023, año que por la sequía se derrumbó en unas 50 millones de toneladas la producción del campo. En tanto, versus febrero de 2024 el ingreso de dólares del mes anterior representó una mejora mínima: 0,13%.

Estos datos se desprenden de un informe de la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (Ciara) y el Centro de Exportadores de Cereales (CEC), entidades que representan el 48% de las exportaciones argentinas. La entidad reveló, en este contexto, que en el primer trimestre del año llegaron US$4.523.603.692, un salto del 61% respecto de igual lapso de 2023. El mayor nivel de dólares está vinculado con la recuperación del sector como, se indicó, tras la sequía. Hay más producción aunque menores valores internacionales que no permiten tener aún una mayor entrada de dólares.

El ingreso en el mercado climático se da con sequía parcial en zonas agrícolas clave de EE.UU.

Desde Ciara-CEC recordaron que el ingreso de divisas del mes último es el resultado del nuevo régimen de dólar exportador vigente desde diciembre de 2023, de los magros precios internacionales, pero también de los movimientos macroeconómicos del nuevo gobierno que impactan sobre las decisiones de venta de la oferta de granos. Según acotaron, la exportación de granos sigue trabajando con altos niveles de capacidad ociosa en sus plantas, así como la industria aceitera, padeciendo márgenes negativos permanentes.

“El ingreso de divisas de marzo está relacionado con el flujo de exportación que hubo y de la venta de granos de enero y febrero. Los US$1501 millones marcan un trimestre muy estable, ocasionado particularmente por la fuerte baja en los precios internacionales que vimos en el trigo y maíz. En segundo lugar, también hubo un flujo de ventas desde la oferta hacia la exportación que es bastante acotado en estos meses, si lo comparamos con otras campañas, cuando hubo una muy buena producción”, dijo Gustavo Idígoras, presidente de Ciara-CEC.

Las lluvias, que impactaron fuertemente en la zona núcleo, también retrasaron parte del flujo de camiones hacia la exportación, según deslizó. “Ahora vamos a entrar a un segundo trimestre, que habitualmente es más fuerte, así que vamos a ver si están dadas las condiciones para que los productores comercialicen los granos hacia la exportación”, precisó.

En esa línea, mencionó que el moderado ritmo de ventas de los productores está motivado por la fuerte caída de los precios internacionales. “Están muy por debajo del precio de los granos al momento de la siembra y, además, los insumos han subido fuertemente por el impuesto PAIS y otras condiciones. Eso lleva al productor a buscar un reacomodamiento de precios para más adelante”, agregó.

El flujo de camiones que se reflejó en los últimos días ingresando a los puertos del Gran Rosario, tendrán un impacto económico recién a mediados de abril. “Esta concentración de camiones ingresando a los puertos estuvo vinculada con las lluvias de marzo, ya que hubo muchos días sin poder sacar la cosecha de los campos, pero también jugó el tema de los anegamientos de los caminos rurales. No obstante, una vez que esto se normalice se convertirá en la mitad del flujo actual”, agregó Idígoras.

Cosecha

De acuerdo con la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), la cosecha de soja arrancó con buenos rindes, pero se trata del 3% de los lotes de soja de primera en la región núcleo, donde las labores de recolección comenzaron con una buena foto, ya que los primeros lotes cosechados de soja de primera promedian 44 quintales por hectárea.

Según indicaron en la Bolsa rosarina, a la semana pasada el atraso era de ocho puntos porcentuales del área respecto de las últimas cinco campañas, aguardándose la generalización de la cosecha en 10 días.

En tanto, la cosecha de maíz estaba un 30% retrasada respecto de las últimas cinco campañas. “Las grandes lluvias de marzo siguen trabando el avance de las cosechadoras, el retraso en las labores de cosecha frente al patrón promedio está reflejando la misma demora escalonada que se vio en la siembra”, precisaron.

En la agroexportación recordaron que el ingreso mensual de divisas, transformadas en pesos, es el mecanismo que permite seguir comprando granos a los productores al mejor precio posible. “La liquidación de divisas está fundamentalmente relacionada con la compra de granos que luego serán exportados, ya sea en su mismo estado o como productos procesados, luego de una transformación industrial. La mayor parte del ingreso de divisas en este sector se produce con bastante antelación a la exportación, anticipación que ronda los 30 días en el caso de la exportación de granos y alcanza hasta los 90 días en el caso de la exportación de aceites y harinas proteicas. Esa anticipación depende también del momento de la campaña y del grano de que se trate, por lo que no existen retrasos en la liquidación de divisas”, aclararon.

La Bolsa de Cereales de Buenos Aires, en el último informe del Panorama Agrícola Semanal, recordó que, si bien mantienen la proyección de producción en 54 millones de toneladas de maíz, no obstante, alertaron que el efecto de la chicharrita ha mostrado su impacto en el NEA y NOA, con una baja de 9,5 puntos porcentuales en la condición del cultivo. En la Bolsa de Cereales porteña dijeron que en la última semana la cosecha de maíz para grano comercial tomó impulso y avanzó sobre el 5,7% del total nacional con un rinde promedio de 88,3 quintales por hectárea.

Según datos del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos [Indec], el complejo oleaginoso-cerealero, incluyendo al biodiésel y sus derivados aportó el año 2023, el 50,1% del total de las exportaciones de la Argentina. De esto, recordaron en la agroindustria, el principal producto de exportación del país fue la harina de soja (12% del total). El segundo producto más exportado el año pasado, de acuerdo con este organismo, fue el maíz (11%) y el tercero fue el aceite de soja (6,9%).

 

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