Melissa Lucio es la primera y única mujer hispana en haber sido sentenciada a la pena de muerte en Texas, Estados Unidos, desde que se restableció esa condena en 1976. La mujer de 55 años fue declarada culpable de golpear y torturar hasta su fallecimiento a Mariah Elizabeth Álvarez, que tenía dos años y era la menor de sus 14 hijos. Aunque su ejecución estaba programada para el 27 de abril de 2022, la Justicia la detuvo dos días antes de llevarse a cabo.

El 17 de febrero de 2007, la policía respondió al desesperado llamado de la familia, y encontraron a la niña inconsciente en la casa, con hematomas por todo el cuerpo y uno de los brazos roto. La menor fue trasladada de urgencia al hospital más cercano y allí fue declarada muerta.

La madre latina había asegurado a la policía que su hija se cayó por las escaleras y que eso fue lo que le causó la muerte. Sin embargo, la fiscalía no creyó su versión de los hechos, por lo que la acusó ante la Justicia y pidió la condena a muerte. Es que el médico forense a cargo del caso aseguró que Mariah era una “niña maltratada” y catalogó la causa del fallecimiento como “traumatismo craneoencefálico”.

Por su parte, los médicos de urgencias que intentaron reanimar a la niña aseguraron que este era el “peor caso” de maltrato infantil que habían visto en su carrera profesional. Además, afirmaron que las lesiones no podían haber sido causadas por una caída por las escaleras.

Cómo sigue la causa contra Melissa Lucio: la posible anulación de la pena de muerte

Melissa Lucio fue acusada de homicidio calificado y la condenada que recibió fue la de “pena capital”, es decir, la pena de muerte. Se trató de la primera vez que una mujer latina recibió ese castigo en Texas. En 2022, el Tribunal de Apelaciones en lo Penal de Texas detuvo la ejecución de Lucio tan solo dos días antes de la fecha pautada.

Un nuevo punto de inflexión en la causa llegó esta semana, cuando el reconocido juez Arturo Nelson, quien presidió el juicio contra la madre latina en 2008, sugirió que se anule la sentencia a muerte, tras concluir que la Fiscalía no compartió pruebas clave que contribuían a su defensa.

Por su parte, Melissa Lucio asegura que, al momento de la muerte de su hija pequeña, se encontraba en medio de una mudanza que la tenía alterada. Aunque la vigilaba, reconoció que se distrajo un momento y fue entonces cuando la niña abrió una puerta, salió de la vivienda y se cayó por un tramo “empinado” de más de una docena de escalones.

Además, Melissa asegura que los hematomas que tenía su hija Mariah responden a una “explicación científica”, que es que la niña sufría el trastorno de la coagulación de la sangre, también conocido como coagulación intravascular diseminada, lo que podría explicar la decoloración causada por la ruptura de los vasos sanguíneos.

En cuanto a la investigación, aseguró que hubo un malentendido clave. Es que ella le explicó a los médicos que su hija se había caído por las escaleras. Sin embargo, su vivienda era de un solo piso y tenía apenas unos pocos escalones en el frente. No obstante, los investigadores malinterpretaron esa declaración: el accidente había ocurrido en la casa anterior, de la que acababa de mudarse.

Los hijos de Lucio realizan una campaña llamada “Free Melissa Lucio”, con la que han apoyado de manera incansable a su madre durante años. Uno de ellos incluso aparece como testigo en la causa, sostiene el relato de su mamá y asegura que él mismo vio a su hermana caer por las escaleras.

 

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