En Salamanca hay una tradición que fehacientemente se celebra año tras año. Hablamos del famoso Lunes de Aguas, fiesta que se celebra el segundo lunes después del Domingo de Resurrección y que este año cae en el 8 de abril. Y es que es tradición salir al campo y comer el famoso hornazo de Salamanca, pero, ¿qué se celebra exactamente?
Esta fiesta es popular no solo en la capital, sino también en otras localidades de la provincia y representa un día para juntarse en el campo. El objetivo: pasar un día de descanso compartiendo con familiares y amigos. Pero lo cierto es que este no fue siempre su objetivo.
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Cuentan las Ordenanzas que el rey Felipe II implantó en el siglo XVI una medida con la que se tenía que preservar el ayuno y la abstinencia carnal en Cuaresma. Y es que esta medida venía impuesta porque en 1543 el monarca decidió celebrar su boda con María de Portugal en Salamanca, cuando solo contaba con 16 años de edad.
Y es que el joven, durante su estancia en la ciudad pudo ver el libertinaje sexual que reinaba por toda la ciudad, algo que sucedía sobre todo entre los estudiantes, por lo que decidió tomar cartas sobre el asunto para evitar que su boda se viera empañada por el ocio, la diversión y los excesos que imperaban en la capital.
¿Cómo terminó con esto? Exiliando a las prostitutas durante la Cuaresma a una casa que se encontraba al otro lado del río consiguiendo así evitar los pecados de la carne tan prohibidos por la iglesia en esa época del año.
Es entonces cuando entra en acción un personaje muy famoso en esta historia conocido como ‘El Padre Putas’. Este sacerdote era el encargado de sacar a las meretrices de la ciudad en barca y llevarlas a zona de extramuros, a la orilla izquierda del Tormes. De esta manera comenzaba la abstinencia en la ciudad.
Al terminar esta prohibición, era este mismo sacerdote el encargado de devolverlas a la ciudad. Este sacerdote, en verdad se llama El Padre Lucas, pero, por la propia picaresca salmantina, se le comenzó a llamar ‘El Padre Putas’.
El día que las prostitutas volvían a la ciudad era el lunes siguientes al Lunes de Pascua y los estudiantes aprovechaban para hacer una gran fiesta. Los jóvenes salían a la ribera del Tormes a recibirlas, en medio de un alboroto repleto de alegría, alcohol y descontrol.
El hornazo
El producto gastronómico por excelencia en este día, aparte del vino, es el hornazo. Lleva siglos acompañando a la fiesta del Lunes de Aguas. Es una masa rellena de embutido ibérico, chorizo, jamón y lomo adobado, aunque hay en algunas versiones en las que también puede llevar huevo duro. Estos productos son cocinados en el horno, al mismo tiempo que la masa de pan que los cubre.
Declarada Fiesta de Interés Turístico de Castilla y León
Desde diciembre de 2020, el Lunes de Aguas cuenta con el sello de Fiesta de Interés Turístico de Castilla y León. Es una seña de identidad salmantina, forma parte de la cultura popular y además pone en valor un producto propio que es el hornazo que se degusta en esta festividad.
