En enero de este año, la diseñadora de interiores estadounidense Taylor Simon publicó un video que sería visto -en muy poco tiempo- por más de un millón de personas en todo el mundo, en el que desarrolla su “teoría del rojo inesperado” (#unexpectedredtheory).

El postulado se funda, básicamente, en la idea de que sumar este color a cualquier ambiente -incluso en esos en los que a priori uno pensaría que no combina-, lo mejora radicalmente.

Frente a este boom de redes, inevitablemente nuestra memoria nos transportó a muchos de los espacios que recorrimos recientemente, en los que el rojo sobresale en su interiorismo, ya sea como punto focal o simple detalle. Compartimos 12 de ellos, ejemplos perfectos de una tendencia que ya vibraba, aun antes de volverse viral, y que podés llevar sin grandes inversiones a tu casa.

Pequeños elementos deco

Al renovar y ambientar este depto, las arquitectas Agustina Millefanti y Victoria Diamore, socias de Dicha Studio, incluyeron toques granates súper simples, pero efectivos: un florero y pingüinos (Red Sur) sobre el mueble de estilo a modo de recibidor.

En esa misma línea, la arquitecta María Carballo eligió una lámpara en un tono rojo teja para el despejado gran ambiente que forman el living, la cocina y el comedor de su hogar.

En el centro de la escena (y al costado también)

La creativa Marcella Rela le dio protagonismo al tono en el living de su casa chorizo, que reformó como multiespacio artístico.

La estructura del sofá laqueado en rojo emula el que tenía el decorador Jean-Michel Frank en su estudio parisino.

También pintó de rojo una escalera que usa con frecuencia. De ese modo, ante lo complicado de encontar un lugar donde esconderla, la pudo dejar a la vista como un original complemento de los verdes que dominan su hogar.

En textiles

Para quienes prefieren que la propuesta sea de fácil recambio para cuando el tono sature, los textiles son una buena opción. El arquitecto argentino Luis Laplace y Christophe Comoy fueron por este camino en su casa de campo menorquina, donde lo plasmaron en las cortinas de su dormitorio.

La artista plástica Laura Sanjurjo y el arquitecto Diego Montero lo hicieron no solo a través de las fundas de los almohadones, sino también en las obras de arte presentes en el living de la casa que comparten frente a la laguna de José Ignacio.

Clément Le Coz y Justina Socas, dueños de esta cocina remodelada en un depto de 1905 (cuyo living vimos al principio de la nota), se inspiraron en el género que trajeron especialmente de Francia para las sillas de su hogar.

“Desde ahí pensamos la decoración, incluyendo los electrodomésticos engamados. La apuesta al color nos representa”, nos contaron.

Con destellos carmesí

Cuando recorrimos su casa, vimos cómo la artista plástica Natalia Cacchiarelli usó el rojo, su favorito, en la grifería, la lámpara y la vajilla Colbo heredada:

Para transportarse

“Entro a mi cuarto y me transporto. Es un poco cabaña”, nos contó Eme Carranza, creadora de espacios gastronómicos emblemáticos de Buenos Aires. Uno de los elementos clave de este espacio es el empapelado hecho a pedido (con ilustración de Micaela Zapata y ejecución de Berry Design), montado en paneles con la carpintería estructural a la vista de color rojo.

Estrellas de los ambientes

Un juego de sillas Quilmes pintado de rojo, color opuesto al verde en el círculo cromático, se destaca contra las plantas en el jardín del hogar del arquitecto Fernando Malenchini.

“Mi idea es que haya estrellas en los ambientes y, para eso, el resto se tiene que rendir ante ellas”, nos explicó Melenchini, quien destacó a esta peculiar versión de heladera.

 

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