Un gran problema preocupa a la Antártida, producto del cambio climático que aqueja al planeta Tierra desde hace tantos años y es uno de los grandes debates de cara al futuro. Se trata de un enorme vórtice de agua oceánica que rodea al continente y que puede volverse peligroso.

Este vórtice es conocido como Corriente Circumpolar Antártica (ACC) y, según científicos de la Universidad de Columbia, provoca temor porque su continuo aumento de velocidad contribuye al aumento del nivel global del mar a medida que el hielo de la Antártida se derrite.

Gracias a un nuevo estudio que analizó los últimos 5,3 millones de años del comportamiento del vórtice en el que se utilizaron núcleos de sedimento extraídos de las masas de agua más remotas, se llegó a la conclusión que todo este fenómeno es producto del cambio climático.

Una de las que se refirió a este problema fue la doctora Gisela Winckler del Observatorio Terrestre Lamont-Doherty de Columbia, coautora de esta investigación, quien afirmó: “Esta es la corriente más poderosa y rápida del planeta. Se puede decir que es la corriente más importante del sistema climático de la Tierra”.

Según los expertos, se cree que las condiciones que crearon este vórtice comenzaron cuando la Antártida se separó de Australia, hace 34 millones de años. No obstante, la tendencia actual comenzó hace 12 millones de años

Para este estudio participaron 40 científicos de 12 países distintos, quienes se embarcaron en un barco perforador para buscar muestras de sedimentos del fondo del océano. El viaje duró dos meses a través del frío glacial entre mayo y julio del 2019 en el Punto Nemo, el lugar más remoto de la Tierra. A pesar de las olas que amenazaron al barco y a la tripulación, se logró obtener muestras de sedimento para el estudio.

Con estas muestras, los científicos analizaron los tamaños cambiantes de las partículas encontradas en los sedimentos. Las más pequeñas parecían asentarse más durante épocas de corrientes más lentas, mientras que las grandes tenían el peso suficiente para caer al fondo del océano durante las corrientes de ACC. Entonces, este estudio reveló que las cambiantes eras de velocidad del ACC coincidieron con cambios drásticos en el clima general de la Tierra.

Estos datos se compararon con otros de estudios previos realizados en la capa de hielo de la Antártida Occidental y se demostró que los períodos de flujo rápido del ACC se alinearon con momentos en el que el hielo del glaciar se contrajo.

En este sentido, el doctor Frank Lamy del Instituto Alfred Wegener de Alemania y autor principal del estudio, explicó: “Esta pérdida de hielo puede atribuirse al aumento del transporte de calor hacia el sur. Un ACC más fuerte significa que más agua cálida y profunda llega al borde de la plataforma de hielo de la Antártida”.

 

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