El exjefe del Gobierno de la Comunidad Valenciana, Ximo Puig, se suma a la ola de «alivio generalizado» que, dice, ha recorrido las agrupaciones socialistas tras la decisión de Pedro Sánchez de continuar al frente del Gobierno después de cinco días de reflexión por «el acoso» a su familia con la imputación de su mujer, Begoña Gómez.

Puig considera que «comienza un periodo nuevo». No cree que se pueda hablar de decisión «histórica», pero está convencido de que se abre una etapar diferente después de este episodio, en el que país ha estado en vilo sin saber si el president iba a continuar o iba a dimitir. Finalmente, sigue, y el ahora embajador de España ante la OCDE entiende que ha pesado «una suma de factores», no solo la movilización de simpatizantes socialistas en los útlimos días.

El expresident cree que el horizonte a partir de ahora debería pasar por «fortalecer la cohesión» con los socios de investidura y, en un segundo paso, «buscar puntos de encuentro con el PP«, aunque «es difícil», afirma, vistas las reacciones de la oposición en los últimos días.

Puig defiende que es posible «una oportunidad» democrática. «Es difícil, pero hay que intentarlo», señala en declaraciones a Levante-EMV, del mismo grupo editorial. El que ha sido líder de los socialistas valencianos durante los últimos doce años llama a concretar una serie de reformas, entre las que destaca abordar la desinformación, «un problema que es clave en todo el mundo».

Añade otos elementos básicos en esa iniciativa regeneradora, como son la «reforma pendiente de la justicia», el «perfeccionamiento de los mecanismos institucionales» y las «mejoras en la participación de la ciudadanía.

 

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