Primero pensó que era un problema del homebanking. No sospechó que, pronto, iba a ser una víctima de una estafa virtual. Cuando en la pantalla salió el aviso de que tenía que esperar para continuar con la operación, decidió adelantar otra parte de su trabajo, en un corralón de materiales de Florida, en Vicente López. Pocos minutos después, cuando volvió a la computadora de su escritorio, leyó los dos correos que le acaban de llegar, donde se le informaba sobre las dos trasferencias exitosas a cuentas de otro banco que, supuestamente, había hecho por un monto de 3.000.000 de pesos. Las destinatarias del dinero eran dos hermanas de apellido Bustamante, quienes un rato después, tras quedarse con un porcentaje por “prestar” su identidad y sus cajas de ahorro, lo giraron a una plataforma donde lo transformaron en criptomonedas y se lo enviaron a una billetera virtual de un trader, que fue identificado y detenido en Paraguay. Ahora, la Justicia argentina pidió la extradición del sospechoso.

Así lo informaron a LA NACION calificadas fuentes judiciales. “Será la primera extradición a la Argentina de un trader cripto en una causa por una estafa virtual”, afirmó un detective que participó de la investigación.

El sospechoso fue identificado por fuentes de la investigación como Rodrigo David Díaz Acosta, de nacionalidad paraguaya.

El momento en que una banda de estfadores retira del banco 30.000.000 de pesos

En enero pasado, LA NACION había informado sobre una banda que en la Argentina, según fuentes judiciales, se habría hecho de un botín de más de mil millones de pesos. Díaz Acosta sería parte de dicha organización.

Los ciberdelincuentes, según explicaron las fuentes consultadas, se dedicaban a introducir, vía correos electrónicos, malware o virus troyano para poder obtener las credenciales bancarias de distintas empresas que operan en la Argentina y después hacer transferencias electrónicas a cuentas de “mulas” que prestan sus nombres y cajas de ahorro para recibir el dinero robado a cambio de un porcentaje.

La investigación de la estafa al corralón de Vicente López, como el resto de la operatoria de la banda internacional, estuvo a cargo de la Unidad Fiscal Especializada en Investigaciones de Ciberdelito (Ufeic) del Departamento Judicial de San Isidro, a cargo de Alejandro Musso.

“Con el correr de la investigación, se estableció que las dos destinatarias del dinero, las hermanas Bustamante, producto de la estafa al corralón de Vicente López se quedaron con un porcentaje de dichas operaciones, unos 300.000 pesos y luego lo giraron a una plataforma de servicios financieros y transformaron el botín en criptomoneda, en este caso ERC20 (de la red Ethereum), y lo transfirieron a la cuenta de David Díaz Acosta, un trader de nacionalidad paraguaya”, explicaron fuentes judiciales.

Hace diez días, el Ministerio de Seguridad de la Nación informó que detectives de la Policía Federal Argentina (PFA) detuvieron en San Rafael, en Mendoza, a las dos sospechosas que habrían recibido el dinero extraído de la cuenta bancaria del corralón de Vicente López.

“En la investigación salieron a la luz pruebas fehacientes de que las personas involucradas habrían efectivamente participado en la comisión del delito de defraudación informática mediante el uso no autorizado de suplantación de identidad, conocido como phishing. Con los datos obtenidos, el juez de San Rafael solicitó colaboración al personal de la División Unidad Operativa Federal San Rafael para dar con el paradero de las involucradas. Tras una serie de tareas de inteligencia, los agentes pudieron establecer que ambas jóvenes, de 19 y 33 años, eran hermanas y que se alojaban en un departamento de San Rafael”, informó el Ministerio de Seguridad en un comunicado de prensa.

En el allanamiento en San Rafael, del que también participaron especialistas del Departamento Técnico Cibercrimen de la PFA, se secuestraron seis teléfonos celulares, tarjetas de memoria, un cuaderno con anotaciones, una CPU y dos pendrive.

“Esta mecánica guarda relación con la metodología que surge de la causa donde los estafadores se habrían hecho de un botín de 1000 millones de pesos, en la que se encuentra detenido un ciudadano de nacionalidad venezolana y otros sospechosos con orden captura por delitos de idéntica factura, y cuyo procedimiento es íntegramente similar a la presente investigación. Teniendo en cuenta la existencia de sospechosos de nacionalidad paraguaya, la Ufeic solicitó la colaboración del Ministerio Público de Paraguay para identificar e individualizar correctamente a las personas que habrían participado del plan criminal. Esto dio lugar a un procedimiento internacional conducido por la fiscal Irma Llano Pereira. Tras el mismo, se detuvo a varias personas, entre ellas a Díaz Acosta, también apuntado en otras investigaciones por maniobras similares”, explicaron fuentes judiciales.

En la citada investigación, donde los estafadores se habrían hecho de un botín de 1000 millones de pesos, los investigadores buscaban a un prófugo de nacionalidad paraguaya: Federico Fernández Alcaraz, de nacionalidad paraguaya, quien logró escapar en enero pasado cuando personal policial allanaba su domicilio en el barrio porteño de Retiro.

Fernández Alcararaz fue uno de los sospechosos que quedaron filmados cuando retiraban por ventanilla de un banco de la ciudad de Buenos Aires 23.000.000 de pesos.

 

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