Si bien no quedó encuadrado como un clásico interzonal, Platense y Tigre tienen la suficiente rivalidad para ser un choque especial, una disputa localizada en la zona norte. El desahogo y festejo fue para el Calamar, que se impuso 3-1, volvió al triunfo tras tres partidos y hundió un poco más en el fondo de la tabla al Matador, que ni con el debut de Sebastián Domínguez en el banco evitó la quinta derrota consecutiva.

Un partido que tuvo de todo: un blooper del arquero de Tigre en el primer gol de Platense, dos penales sancionados a instancias del VAR, uno atajado y convertido por Mateo Pellegrino al tomar el rechazo, y una doble adición de tiempo del árbitro Merlos en la segunda etapa, hasta totalizar !12 minutos más! El clima de clásico tuvo su nota color a los 24 minutos del segundo tiempo, cuando detrás de la cabecera que da a las vías del ferrocarril Belgrano, se elevó un humo rojo y azul, seguramente encendido por hinchas de Tigre desde fuera del estadio. Más folclore.

Matías Tagliamonte mide 1,93m, una altura de sobra para controlar el cabezazo bombeado de Gastón Suso. Pero el arquero de Tigre calculó mal, se confió, no estiró sus brazos hacia arriba, pensando que el impacto de cabeza del zaguero central se iba por arriba el travesaño. La pelota pegó en el caño transversal y rebotó en la espalda de Tagliamonte para transformarse en el 1-0 de Platense. Gol en contra. Iban apenas cinco minutos y a Domínguez se le dibujaba muy rápido en el rostro la expresión de no entender lo que pasaba.

Lo más destacado de Platense 3 – Tigre 1

El exzaguero central empezó su carrera como entrenador principal de un equipo, tras haber sido ayudante de campo de Hernán Crespo en Qatar, y acreditar un paso anterior como comentarista televisivo en la cadena ESPN. Está acompañado en el cuerpo técnico por Nicolás Diez, exayudante de Sebastián Beccacece en Defensa y Justicia, y con una experiencia como principal conductor de Atlanta, y por Emiliano Papa.

“No estamos para descender, estamos para pelear. Hay recursos y yo me comprometo a darle las herramientas a los futbolistas para mejorar. Me gusta ser protagonista. Creo que en esta etapa podemos llegar a ser un equipo muy incómodo para el rival. Ojalá me convierta en el técnico que sueño ser acá, en Tigre”, expresó Domínguez el día de su presentación.

La intención de que su equipo controle la pelota se combinó con un Platense que no tiene por prioridad llevar la iniciativa, está más pendiente de cubrir los espacios. La posesión de Tigre en el primer tiempo superó el 70 por ciento, gracias al empuje de Cardozo, la conducción de Forclaz y la explosividad de Esquivel. El Calamar, y mucho más con la tempranera ventaja, apostó por el contraataque, con Pellegrino como pivote para recibir los pelotazos.

Flores se perdió el empate al no impactar la pelota en la boca del arco. Tigre se organizaba a partir del pase, le faltaban serenidad e ideas en los últimos 30 metros. Platense era garra y despliegue, el sello de identidad que le imprimió la dupla Orsi-Gómez. La búsqueda de Tigre tuvo recompensa con una acción individual de Esquivel, que tras pelear una pelota y dejar un rival atrás sacó un puntazo que entró junto a un poste. El delantero no festejó el empate por su pasado en Platense. Un rato antes, el partido estuvo detenido durante unos pocos minutos porque los médicos del Calamar fueron a una tribuna a atender a un hincha que sufrió una descompensación y fue trasladado al hospital Vicente López.

No había sido un buen primer tiempo de Platense, por lo cual hubo dos cambios para el segundo tiempo, con los ingresos de Montenegro y el veloz colombiano Luis Angulo, que por la izquierda desequilibró con la gambeta. Ya en el primer minuto del segundo período, Tigre volvió a facilitarle las cosas al rival, cuando el defensor Lecanda abrió su brazo izquierdo para frenar a Pellegrino y no hizo más que impactar la pelota. Desde la acción hasta que el VAR y el árbitro Merlos decidieron que fue penal pasaron cinco minutos. El esforzado Pellegrino, con una ejecución por el centro del arco, puso el 2-1. Tigre sintió el golpe, no pudo ni supo reaccionar. Pellegrino puso el broche con el 3-1 en el descuento; Tagliamonte acertó en el penal, pero el rebote quedó servido a los pies del delantero.

 

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