Expertos en explosivos de la Policía de la Ciudad detonaron ayer en forma controlada una granada que fue hallada en el parque Saint Tropez, en la Costanera Norte. El explosivo militar estaba en malas condiciones, pero activo, por lo que su movimiento fue considerado un riesgo por los especialistas que decidieron hacer estallar en el lugar a ese artefacto que entre las décadas del 70 y del 90 formó parte del arsenal del Ejército Argentino.

Ese explosivo fue encontrado en un espacio público que cuenta con varias zonas para la práctica de deportes no convencionales o extremos. Allí hay un skate park de 2500 m2, un circuito de mountain bike, varias palestras para escalada deportiva y áreas acondicionadas para realizar ejercicios. La granada fue dejada en una zona verde y la policía porteña investiga ahora las circunstancias en la que se hallado ese artefacto, en procura de establecer en qué momento fue abandonado en esa zona, cercana a la cabecera norte del aeroparque metropolitano.

2024 04 11 Detonación Controlada

La aparición de un explosivo de mano siempre es motivo de preocupación, más cuando el arma está activa e inestable por el deterioro, que en este caso era evidente a simple vista para los especialistas. Sin embargo, la inquietud es mayor si se tiene en cuenta la cercanía con el movimiento de la pista del aeroparque Jorge Newbery. Y más aún si se toma en cuenta que el viernes pasado en la otra cabecera de la pista se desarrolló el acto de firma del convenio de transferencia definitiva de un avión de transporte Hércules C-130, al que asistieron la jefe del Comando Sur norteamericano, general Laura Richardson; el embajador de los Estados Unidos, Marc Stanley; el presidente Javier Milei; el jefe de Gabinete, Nicolás Posse; el ministro de Defensa, Luis Petri; la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, y el ministro del Interior, Guillermo Franco, además de autoridades de las Fuerzas Armadas.

La granada detonada era una EXPAL EA-M5, fabricada por la empresa española Explosivos Alaveses, modelo que fue incorporado al arsenal del Ejército Argentino a mediados de los años 70, aunque como armamento reservado para unidades especiales. Las compañías de comando 601 y 602 utilizaron esa granada en la guerra en las islas Malvinas.

Al igual que otras municiones, esa granada tiene una vida útil y a mediados de los años 90 fue considerada material caduco y se ordenó la destrucción de todas las unidades. De alguna manera, al menos una de esas armas perduró en las calles y fue encontrada en un parque porteño.

Los expertos en explosivos de la Policía de la Ciudad confirmaron que la granada “tenía el seguro de anilla colocado, no contaba con el vaso metálico de fragmentación y estaba en gran parte oxidada”.

 

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