Hostilidad máxima. Medidas de seguridad extremas. Una ciudad anegada de policía. Cánticos e insultos nada más poner un pie en el césped del Parque de los Príncipes. Todos los ingredientes generaban un clima de animadversión brutal hacia el Barça. Pero cuando en las fotos y los vídeos del equipo pisando el verde antes del encuentro veías a Cubarsí (17 años) o a Lamine (16) sonriendo y haciéndose bromas, te transmitían un alivio, una ‘destensión’ difícil de explicar. Un presagio de que quizás algo bueno estaba por venir.
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Esta eliminatoria PSG-Barça ha pasado por varias fases. Una inicial de alegría por parte de los parisinos nada más conocer el resultado del sorteo, una segunda en la que todo se volvió más parejo con un Barça creciendo como equipo tras ganar en el Metropoliano con autoridad. Unas horas previas con ese debate sobre el estilo y el ADN Barça. Y, tras lo visto ayer en el coliseo parisino, un cuadro de Xavi capaz de contener los ‘puñales’ de su rival y de hacer daño con sus armas incuestionables.
De plantarse con un combinado de adolescentes imberbes y jugadores teóricamente en el ocaso de sus carreras y no solo jugar de tú a tú, sino de tomar el Parque de los Príncipes. Y asestarle un 2-3 a “un equipo hecho para ganar la Champions”, como dijo el propio Xavi en la previa.
LA LIBERACIÓN
Es inevitable volver a mencionar esa ‘liberación’ famosa tras el anuncio de Xavi. Han pasado ya dos meses y medio. Y el balance es apabullante: ocho victorias, tres empates y cero derrotas. Y la sensación de que el equipo es más equipo que nunca. De que físicamente ha dado un salto importante. De que es capaz de levantarse cuando recibe golpes (y los de ayer fueron especialmente duros con esos dos goles en tres minutos al poco de arrancar la segunda mitad). Atrás ha quedado esa sensación de equipo endeble, inconsistente, irregular. Que se hacía trizas cuando sufría un revés durante el transcurso de los partidos.
Parece que todo eso ha quedado atrás y este Barça va muy en serio a por el pase a semifinales. Queda todavía una cuesta tremenda por subir, pero el primer ‘repecho’ se ha superado con categoría y, sin lugar a dudas, ha significado una catapulta para el barcelonismo y para un equipo que si tenía alguna mínima duda en sus posibilidades, ayer se difuminó por completo.
LOS CHICOS, EN FUEGO
Que el PSG tiene argumentos y potencial para dar la vuelta a la eliminatoria es evidente. Pero aún lo es más que Xavi tiene a los chicos en fuego y que, pese a que tendrá esas dos bajas sensibles de Christensen y Sergi Roberto para Montjuïc, ahora mismo sería capaz de sobreponerse a todo. Por cierto, lo de la continuidad de Xavi sigue más abierto que nunca. Algún día se abrirá a tratarlo…
