Desentrañar la historia del sudoku parece un verdadero rompecabezas, similar al propio juego. Muchos suponen que, por su nombre, es japonés. Sin embargo, se trata una creación occidental. Por otro lado, tampoco es un invento nuevo. Fue necesario que pasaran casi 300 años para que el sudoku alcanzara su forma actual y lograra el éxito mundial que tiene hoy en día.

Los cuadrados latinos, ¿antecesores del sudoku?

Una de las versiones más fuertes es que la historia del sudoku empezó a escribirse en Suiza, en el siglo XVIII, gracias al físico y matemático Leonhard Euler (1707-1783). Según esta versión, Euler combinó los conceptos del “cuadrado latino” y el “cuadrado mágico” para crear un sistema matemático de análisis estadístico. El nombre de “cuadrado latino” resulta del uso del alfabeto latino para rellenar una matriz o un cuadrado, mientras que el “cuadrado mágico” se refiere al posicionamiento de dígitos en una tabla según una fórmula matemática, de modo que la suma de cada línea y columna sea siempre igual.

Aunque el concepto de Euler estaba todavía muy lejos del sudoku tal como lo conocemos hoy, los principios aplicados en su estudio serían una gran inspiración. Varias décadas más tarde, en 1895, este juego comenzó a publicarse en los periódicos franceses, aún bajo el formato de los cuadrados latinos.

El rompecabezas ya se parece al sudoku

Casi cien años más tarde aparece el primer registro de un sudoku moderno. Lo interesante es que no fue en Europa ni en Asia, sino en el nuevo continente. El primer sudoku con características modernas se registra en Dell Pencil Puzzles and Word Games, una revista de rompecabezas y palabras cruzadas de Nueva York, Estados Unidos. Este medio fue un gran impulsor del juego porque contaba con décadas de experiencia y popularidad.

En 1979 la revista estadunidense publicó un puzzle numérico titulado “Ubicar el número”. Para resolverlo los jugadores tenían que posicionar los números del 1 al 9 en una tabla de 9 por 9, sin repetir los dígitos en una línea o columna. Las reglas resultan hoy conocidas para cualquier jugador de sudoku, pero por aquel entonces eran muy novedosas.

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Es aquí donde entra en escena la otra de las hipótesis sobre el nacimiento del rompecabezas matemático: se cree que el estadounidense Howard Garns, un arquitecto jubilado de Indianápolis y un aficionado de la creación de puzzles, fue la mente detrás de los acertijos de Dell. Aunque nunca recibió oficialmente el crédito por ellos, varias anécdotas parecen confirmar que él fue el creador del sudoku -o, al menos, un gran impulsor del juego.

Aunque “Ubicar el número” se convirtió rápidamente en uno de los juegos preferidos de los lectores de Dell, la popularidad del sudoku y su expansión todavía no había comenzado. Sería Japón, años más tarde, quien le diera mayor impulso a este desafiante juego.

El sudoku llega a Japón

El rompecabezas matemático tuvo que esperar cinco años para desembarcar en Japón, donde adquirió finalmente el nombre sudoku y consiguió difundirse hasta lograr su expansión global.

Su historia en el país nipón comienza en 1984, gracias a la publicación Monthly Nikolist Magazine de la editora Nikoli. Los puzzles publicados por Nikoli se difundieron con el nombre “Suuji wa dokushin ni kaguru” (los números deben permanecer solos) y aunque seguían los mismos principios que aquellos de Dell, la editora japonesa introdujo dos nuevas reglas. La primera de ellas establecía que los números asignados al inicio de cada juego deberían crear diferentes diseños -con el objetivo era volver el juego visualmente más atractivo para el público. En tanto, la segunda planteaba que el juego nunca podría iniciar con más de 32 números asignados -de los 81 que componían la tabla. Este límite aseguraba que el juego fuera un gran reto, incluso en los niveles más fáciles.

Estos puzzles fueron un gran éxito en Japón y rápidamente se generalizaron en otras publicaciones. Debido a su popularidad, se acortó su nombre para incluir solamente los caracteres que representan número (数 – Su) y solo (独 – Doku), o sea, sudoku.

Expansión en occidente

A pesar de que sus primeros pasos los hizo justamente en occidente, no fue hasta 1997 que cobró impulso allí. Fue gracias a Wayne Gould, un juez jubilado del tribunal criminal de Hong Kong que era aficionado a los rompecabezas. En uno de sus viajes a Tokio, este descubrió el sudoku y se sintió cautivado por el desafío. Luego, dedicó algunos años a escribir un programa informático que le permitiera generar las tablas del juego y determinara su nivel de dificultad automáticamente.

Finalmente, en 2004, Gould logró convencer al diario The London Times para que publicara algunos de sus puzzles. Así fue como periódicos, revistas y editoriales de Reino Unido y Estados Unidos comenzaron a difundirlos. Más tarde ese fenómeno se expandió al mundo entero y de la mano del sudoku también Gould ganó popularidad. Aunque no fue su creador, apareció como una de las 100 personalidades más influyentes de la revista Time, en 2006, gracias a la divulgación de este rompecabezas.

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El año 2006 también se produjo otro hito importante para este juego: se realizó el primer Campeonato Mundial de Sudoku, un evento anual en el que participan jugadores individuales y equipos nacionales para resolver puzzles de gran dificultad en el menor tiempo posible.

Cómo jugar en línea en LN Juegos

Tanto los fanáticos del sudoku como aquellos que quieran incursionar en este pasatiempo pueden acceder todos los días a un juego nuevo en línea en LN Juegos, la propuesta lúdica de LA NACION. También pueden elegir entre tres niveles de dificultad -básico, intermedio y avanzado-, lo que les permite aumentar el desafío gradualmente y mejorar sus habilidades.

Además del sudoku, en LN Juegos se encuentran disponibles contenidos afines diseñados para agilizar la mente y entretener a los usuarios, entre los que se destacan el Crucigrama, el Palabra oculta, la Sopa de letras y las Trivias.

 

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