Llama la atención en esta escalera mecánica la alternancia de personas disfrazadas con otras que no lo están. Agrupados, aquellos que exhiben fantasiosas vestimentas se dirigen a la Feria del Libro de Leipzig, donde la Manga Comic-Con celebra su décimo aniversario. Quienes participan de este festival son cosplayers, personas que se visten con los atuendos de sus personajes favoritos de cómics, películas, libros, animé, manga, videojuegos y demás. Consiste, en gran parte, en trasladar a la vida real aquella ficción de la que son fanáticos y disfrutar de convertirse en quienes admiran. Pretenden ser aquellos seres que les gustaría ser, con la intención de dejar de ser quienes son. Un juego de roles solo apto para aquellos que tienen una capacidad lúdica que les permite pactar con la realidad una metamorfosis efímera, aspiracional, no exenta de una magia y una ilusión entrañables.
