Cinco partidos, cinco derrotas. Dos de ellos, en finales. El Al-Ittihad de Marcelo Gallardo sufrió una goleada de Al-Hilal en la definición de la Supercopa de Arabia Saudita. El Muñeco tiene su bestia negra: el entrenador del cómodo líder local es el portugués Jorge Jesus, que cada vez que se enfrenta con el argentino, lo derrota. Implacable. El primer recuerdo es el más doloroso para River: la final de la Copa Libertadores de 2019 en Lima, donde Flamengo se impuso por 2-1 tras resolver el partido en un puñado de minutos, los últimos.

Ahora, Al-Hilal, y Jorge Jesus, ganaron la final por 4-1 gracias a los goles de Malcom (dos), Salem Al-Dawsari y Nasser. Hamdallah marcó para el perdedor, en el que actuó Karim Benzema, de deslucido trabajo, como el resto del equipo. A esta altura, la aventura de Gallardo en Arabia Saudita resulta un paso atrás en su carrera. Pocas veces logró imprimirle su sello al conjunto, no ganó trofeos y tuvo varios contrapuntos con el atacante francés de 36 años.

El reconocimiento de director técnico copero que Gallardo forjó en River parecía tener alguna proyección sobre la inestable actualidad de Al-Ittihad, el sorpresivo destino al que eligió en noviembre pasado para continuar su carrera, tras rechazar algunas ofertas de Europa, entre ellas, una de Olympique Marseille. Por ejemplo, en el estadio Faisal Suleiman, de Yedá (cubierto apenas en un 30 por ciento de su capacidad), este lunes el cuadro amarillo había vencido por 2-1 a Al-Wheda y se había clasificado para la final de la Supercopa saudita. Estaba a un partido de un título de campeón.

Al-Ittihad era el defensor del cetro, pero Gallardo chocó otra vez en un cotejo decisivo con el colega que es su némesis. El Al-Hilal de Jorge Jesus había superado por el mismo resultado en la otra semifinal a Al-Nassr, el conjunto de su compatriota Cristiano Ronaldo, que fue expulsado por una reacción insólita.

El entrenador portugués ostenta ese historial de 5-0 sobre el bonaerense. La paternidad comenzó en aquella final de la Libertadores 2019 en Perú, cuando dos tantos de Gabigol en el desenlace cambiaron el campeón. Se extendió en el fútbol árabe, con dos éxitos por los cuartos de final de la Champions League de Asia y otro por la liga local. La batalla de este jueves no fue una más: el Muñeco aspiraba a su primer trofeo y a acabar con el maleficio. No lo consiguió. No lo sostuvo siquiera N’Golo Kanté, el gladiador de la zona media.

Al-Hilal es el cómodo líder de la liga, con un plantel muy fuerte, consolidado, que tiene en el arco al marroquí Bono, a Kalidou Koulibaly en el centro de la defensa; a los volantes Ruben Neves y Milinkovic-Savic y a los delanteros Malcom, Mitrovic y Al-Dawsari, autor de un gol en aquel 2-1 de Arabia Saudita sobre la Argentina en el Mundial de Qatar.

Compacto de Al-Hilal 4 vs. Al-Ittihad 1, final de la Supercopa de Arabia Saudita

Desde hace unos meses Al-Hilal está sin Neymar, que se recupera de una rotura de ligamentos en una rodilla. Una baja que no pareció afectar la forma de un equipo que suma 34 victorias seguidas en todas las competencias, con 100 goles anotados y apenas 15 recibidos en ese lapso. Por supuesto, manda con holgura (12 puntos sobre el segundo) en la liga saudita. Quebrar ese invicto era un enorme desafío para Gallardo y sus dirigidos, que en el torneo doméstico están cuartos, a ¡30 unidades! de su calificado rival. Y frente a un DT que ya es parte de las pesadillas del Muñeco.

 

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