Es una foto que llama al misterio –¿qué hace una mano en medio de esa arquitectura? ¿De dónde sale? ¿Es humana o pertenece a un improbable maniquí?–, y sin embargo es una foto que retrata algo perfectamente trivial. Una de las bombillas de la cúpula del Capitolio del Estado de Mississippi se fundió, y un operario está trabajando en reemplazarla por otra. Así ocurre con la marcha de casi todas las cosas: trabajo humano, por lo general eficiente y poco dado a las luminarias, que garantiza que la rueda siga girando. Quizás el hombre que cambia esta bombilla no esté demasiado lejos del personaje de Perfect Days, la película de Win Wenders: gente que se dedica a hacer su trabajo bien; trabajos que, porque están bien hechos, no se notan, son casi invisibles, se confunden con el plácido correr de los días. Por caso, el encendido puntual de una cúpula como tantas otras.

 

Facebook Comments