NUEVA YORK.– El carcinoma basocelular es la forma más común de cáncer de piel, pero es fácil no detectarlo o confundirlo con otro problema cutáneo.

A menudo, los médicos descubren el cáncer durante una revisión rutinaria de la piel, explicó Melissa Piliang, jefa del departamento de dermatología de la Clínica Cleveland. “Es posible que el paciente ni siquiera haya notado” los signos de la enfermedad.

En una publicación en Facebook esta semana, Richard Simmons, personalidad del mundo de la salud y el bienestar, anunció que había recibido tratamiento para un carcinoma basocelular. Dijo que primero notó un “bulto de aspecto extraño” bajo el ojo que intentó tratar con Neosporin. Solo después de consultar a un dermatólogo se le diagnosticó un carcinoma basocelular.

Aunque puede ser difícil de identificar para los pacientes, el carcinoma basocelular —que se calcula que afecta a varios millones de personas en Estados Unidos cada año— es fácilmente curable. Esto es lo que hay que saber sobre las causas, la prevención y el tratamiento.

¿Cuáles son las causas del carcinoma basocelular?

El carcinoma basocelular suele aparecer tras la exposición a la radiación UV a través de la luz solar, las camas solares o las lámparas solares. La enfermedad es el resultado de una exposición acumulativa y crónica, según Karen Connolly, dermatóloga del Memorial Sloan Kettering Cáncer Center. Las investigaciones dan a entender que es más frecuente en adultos mayores de 40 años.

La enfermedad se produce en las células basales, que se encuentran dentro de la epidermis, la capa externa de la piel. Otro tipo de cáncer de piel puede desarrollarse en las células escamosas, que se encuentran justo encima de ellas.

El carcinoma basocelular es más frecuente y mucho menos mortal que otra forma de cáncer de piel, el melanoma, que crece en las células de la piel llamadas melanocitos. El melanoma es especialmente peligroso porque puede crecer rápidamente y extenderse a otras partes del cuerpo si no se trata. Los melanomas suelen tener un aspecto más oscuro o marrón que los carcinomas basocelulares, dijo Connolly, pero los pacientes deben consultar con un dermatólogo cualquier lesión que les preocupe.

¿Qué aspecto tiene el carcinoma basocelular?

Los carcinomas basocelulares son frecuentes en las zonas del cuerpo más expuestas al sol: normalmente la cabeza, la cara, el cuello y los brazos, explicó Paras Vakharia, profesor adjunto de dermatología en Northwestern Medicine. La mayoría de las veces, las lesiones son “rosadas y nacaradas”, explica. “Casi parecen un poco brillantes”, dijo. A veces pueden ser marrones, azules o grises. Las lesiones también pueden sangrar con facilidad, incluso cuando la gente se lava la cara, dijo Piliang.

“Cuando educo a los pacientes, les digo que busquen granos que no cicatrizan”, añadió.

A veces, la gente confunde el carcinoma basocelular con cicatrices de acné, pequeñas lesiones cutáneas, lunares, verrugas o pecas, según la Academia Estadounidense de Dermatología.

¿Cómo se trata y previene el carcinoma basocelular?

Según los médicos, el carcinoma basocelular crece lentamente, pero es importante tratar la enfermedad lo antes posible.

Los médicos utilizan varios enfoques diferentes para tratar la afección. Uno de ellos es la cirugía de Mohs, en la que los médicos extirpan finas capas de piel, de una en una, para eliminar las lesiones cancerosas. En otros casos, los médicos pueden realizar un procedimiento denominado “electrodesecación y curetaje” o, como dijo Connolly, una “quemadura y raspado” de los crecimientos cutáneos. Si el carcinoma es muy pequeño, puede tratarse con una crema de quimioterapia, dijo Vakharia.

Los carcinomas basocelulares rara vez son mortales. Connolly dijo que los pacientes a veces “oyen la palabra ‘cáncer’ y piensan: ‘Voy a morir de esto’”. Pero, explicó, la mayoría de los casos “realmente no tienen ningún efecto sobre la salud general de los pacientes.”

Sin embargo, Vakharia dijo que un diagnóstico de carcinoma basocelular debe ser una señal clara para los pacientes de que “necesitan ser más cautelosos con la exposición al sol”. Animó a la gente a llevar sombreros de ala ancha que protejan totalmente el rostro de los rayos UV y a utilizar bloqueador solar con protección SPF 30 como mínimo. Y añadió que hay que volver a aplicarse el bloqueador si se está al aire libre durante un periodo prolongado.

Y “el uso de camas bronceadoras está terminantemente prohibido”, dijo Connolly. Cada vez hay más pruebas que relacionan el bronceado en interiores con un mayor riesgo de melanoma.

Si te expusiste mucho al sol a lo largo de la vida, sufriste quemaduras solares tan intensas que te han provocado ampollas o tenés antecedentes familiares de cáncer de piel, quizá te convenga acudir a un dermatólogo para que te haga un examen básico de la piel, añadió Vakharia.

Y en general, la gente debe tomarse el tiempo para explorar su piel aproximadamente cada mes, dijo Connolly, para “asegurarse de que no hay nada nuevo que crezca y cambie rápidamente”.

Por Dani Blum

 

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