Gran jornada para el barcelonismo en masa en el Parque de los Príncipes. La directiva, la plantilla, el staff, la afición en el sector visitante del coliseo azulgrana. Día redondo. Una especie de ‘redención’ en Europa después de tantos años de penurias y noches amargas.
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El Barça fue un EQUIPO en mayúsculas. Sólido, capaz de levantarse en los momentos adversos del choque. Sufrió el equipo dos mazazos seguidos tremendos y reaccionó a lo grande, con categoría. El crecimiento respecto a hacer unos meses es incuestionable. En todos los flancos y estamentos.
ENCUENTRO HABITUAL EN EL TÚNEL
Laporta y la directiva, exultantes, bajaron al césped a sacarse fotos con la grada azulgrana de fondo. Una vez señaló el pitido final el colegiado británico Taylor, en ese momento en el que Xavi atendía a los medios y demás compromisos, Laporta aprovechó para bajar al túnel de vestuarios. Ahí se encontró con el entrenador egarense (entre el césped y los vestuarios) y le felicitó por el juego, el resultado y la actuación del equipo. Nada de estridencias.
Ambos coincidieron en que el mensaje interno debe ser el de prudencia absoluta. Rebajar cualquier euforia. Solo hay un gol de diferencia y la vuelta en Montjuïc será durísima. No hay nada hecho y costará mucho corroborar el pase a semifinales. Y eso será también lo que transmitirán Xavi y el staff a los jugadores.
PRUDENCIA ABSOLUTA
Aunque tampoco habrá que insistir mucho. El equipo está muy concentrado y metido en la eliminatoria y es consciente de que solo dio un primer paso. Y que hay que mantener la calma y para nada desatar ningún tipo de euforia o triunfalismo. El PSG tiene armas de sobras para ‘armarla’ (valga la redundancia) en Barcelona el martes.
