Nadie duda de que el FC Barcelona es uno de los mejores equipos del mundo, si no el mejor. Pero ahora hablan, también, los datos. ‘Soccerdona’, el portal especializado en el mercado del fútbol femenino, acredita la plantilla azulgrana como la más valiosa del planeta. Tiene un valor de mercado, en conjunto, superior a los cinco millones y medio de euros. Y el gran mérito está en haber construido este equipo histórico sin haber invertido, prácticamente, en fichajes.
Otros clubes con más presupuesto como el Chelsea o el Olympique de Lyon son segundo y tercero, respectivamente, en el ranking mencionado. La plantilla ‘blue’ está valorada en 4,22 millones y la de la entidad francesa, ocho veces campeona de Europa, en 4,06. Los siguen en la tabla de los diez más valiosos el Arsenal (4,05), el Bayern (3,31), el Manchester City (3,12), el Real Madrid (3,08), el Wolfsburgo (2,98), el PSG (2,77) y el Manchester United (2,51).
Todo el éxito del Barcelona en los últimos tiempos se debe a la apuesta del club azulgrana en 2015, cuando la antigua junta directiva convirtió al femenino en una sección profesional, y a la apuesta continuista que no ha dejado de crecer de la mano de Joan Laporta y Xavier Puig, su directivo responsable, y Xavier Budó, director de deportes del club. Y, detrás de todo esto, un nombre propio: Markel Zubizarreta, «el arquitecto del mejor equipo del mundo». «Lo ha hecho todo por nosotras», decía Patri Guijarro hace unas semanas en una entrevista en SPORT. Ahora Marc Vivés afronta el gran reto de mantener al equipo en la cima.
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A veces no se trata de sacar la cartera y fichar ‘cromos’ que funcionen solos. En el caso del Barça, especialmente a partir de 2019, tras la final de la Champions perdida en Budapest que supuso un punto de inflexión para el club, se invirtió en todo lo que rodeaba al equipo: mejores condiciones en los entrenamientos, más especialistas en el cuerpo técnico -primero en el de Lluís Cortés y luego en el de Jonatan Giráldez-, más herramientas y tecnología para monitorizar el rendimiento, y, sobre todo, una estructura fuerte desde la base. Sin la mejor cantera no existe el mejor equipo, y prueba de ello es el éxito del filial en los últimos años.
La estrategia de los fichajes
Con todo esto, además, se fichó también a futbolistas de primer nivel siguiendo una estrategia: aprovechar las oportunidades de mercado para traer a jugadoras libres y apostar por la cantera. Por eso, el coste de la actual plantilla del Barcelona -contando las futbolistas del primer equipo y las que tienen ficha ‘B’ pero que están en dinámica- es de poco más de 450.000 euros. Se pagó 50.000 euros al Atlético por Mapi León en 2017, 400.000 al Manchester City por Keira Walsh en 2022 (fue un fichaje de urgencia, que no estaba contemplado, tras la lesión de Alexia, y se ha convertido en imprescindible), y una cantidad simbólica al Inter en enero de 2023 por Giulia Dragoni, que se incorporó a la Masia con dieciséis años.
Así pues, jugadoras como Graham, Salma, Rolfö, Paredes, Ona Batlle -que salió de la cantera-, Engen, Cata Coll, Bronze o Brugts llegaron sin coste de traspaso recientemente. Otras lo hicieron hace más años, en la profesionalización de la sección: Alexia (2012), Torrejón (2013), Mariona (2014), Patri Guijarro (2015) o Sandra Paños (2015). Y otras subieron de la cantera, como Aitana, Pina, Jana, Bruna o Gemma Font en su momento, o ahora también Martina, Lucía Corrales, Júlia Bartel o Judit Pujols (con minutos este curso). Y aquí se suman Vicky López, la mencionada Dragoni o Ari Arias, que se ficharon para empezar con el filial pero con proyección para estar en el primer equipo.
La línea a seguir
Budó contaba en una entrevista en SPORT hace un año cómo el Barça se desarrollaba en un mercado del fútbol femenino que está creciendo y cambiando a un ritmo acelerado, en el que se están empezando a normalizar los traspasos y a inflar las operaciones. «No podemos entrar en esta espiral. Tampoco podemos darle la espalda, pero tenemos que ser muy rigurosos en el tema económico. Tenemos equipo para años y nuestra apuesta pasa por tratar de mantener las piezas que ya nos funcionan. Hemos hecho un esfuerzo para renovar a jugadoras clave. Muchas de ellas han priorizado seguir en el club, renunciando a sueldos más elevados que ofrecían otros equipos».
Insistía, Budó, en cuál ha sido y sigue siendo la línea a seguir que se ha convertido en el sello propio del Barça: fichar, aprovechando oportunidades de mercado, a futbolistas diferenciales y apostar por el talento joven de todo el mundo. Por eso se creó la Masia femenina y se han ido aumentando los equipos en el fútbol base. «La idea es que las mayores promesas estén aquí desde jóvenes, para que se vayan empapando de nuestro sistema».
Sin apuesta, no hay éxito. Y el éxito no se encuentra solo en los resultados y en los títulos. También fuera del verde. Los éxitos y valores del equipo han atraído a las marcas para crear vínculos de patrocinio único y tener, así, otra vía de ingresos para convertir al fútbol femenino del club en una sección autosuficiente. Y es que el Barça es uno de los clubes que más ha apostado por el femenino. Con la misma estructura y columna vertebral de los últimos años, ha ido invirtiendo en todos los ámbitos para crear un equipo campeón y de mujeres referentes que han creado un impacto social sin precedentes en el deporte femenino. Y solo así se entiende por qué la plantilla culé es la más valiosa del mundo
