Los cuatro puestos vacantes en la Suprema Corte de Justicia de la provincia de Buenos Aires resultan un paquete de cargos apetecible para los partidos políticos bonaerenses. A partir del 1º de junio, cuando se efectivice la salida por jubilación del juez Luis Genoud, el tribunal quedará solo con tres integrantes y deberá convocar a la presidenta del Tribunal de Casación Penal, Florencia Budiño, para poder firmar sentencias. Si bien los nombres de los candidatos no trascienden y el gobierno de Axel Kicillof asegura no haber puesto en marcha las negociaciones para definirlos, las especulaciones están a la orden del día en un proceso de negociación que se sacudió con la urgencia de la nueva salida en la Corte provincial.

En el reparto de las vacantes, al menos dos se distribuirían entre el peronismo y el radicalismo. El proceso de selección consiste en que el gobernador envíe al Senado provincial los pliegos de los candidatos a jueces de la Corte que propone, y el Senado tiene que aprobarlos por mayoría absoluta (la mitad más uno de los legisladores). “Por ahora, no nos ocupamos”, dicen a LA NACION cerca de Kicillof. “El gobernador todavía no ha tomado una definición al respecto”, asegura una fuente de confianza del mandatario.

“Viste cómo es Javier”

La misma falta de negociación que arguyen en el entorno de Kicillof remarcan encumbrados hombres del radicalismo, Pro y el peronismo. En las tres fuerzas priman el secretismo y la cautela, aunque algunas fuentes sostienen que las charlas están vigentes e incluso se vuelven más urgentes por la nueva vacante que se abrió en el máximo tribunal provincial.

“Oficial, no hay nada. Es verdad que, con la renuncia de Genoud, la Corte complica su funcionamiento. Ya había vacantes, pero se aceleraron las charlas. La decisión principal pasa por el gobernador. Está aceptado que el radicalismo podría proponer a alguien. Creo que el gobernador va a ir por dos vacantes y que la otra sería para el oficialismo, donde hay ruido”, indica un dirigente de lo que fue Juntos por el Cambio.

Las fuentes consultadas identifican a varios negociadores en esta trama, además del gobernador Kicillof. Entre ellos, el ministro de Justicia provincial, Martín Mena; el titular de la UCR bonaerense y senador nacional, Maximiliano Abad, y la jefa de la bancada de Unión por la Patria en el Senado provincial, Teresa García. No obstante, cerca de Abad y García juran que no han comenzado a abocarse al tema. En el Frente Renovador, aseveran que Sergio Massa habló con Kicillof “el año pasado sobre el tema de la Corte, durante la campaña, pero no volvieron a hablar”.

“Lo de Genoud precipita que se siente la política [a consensuar postulantes para cubrir las vacantes]. Los nombres se van a cerrar en mesas muy reservadas”, advierte una fuente peronista al tanto del tema, que admite que los dirigentes oficialistas y opositores “vienen hablando” y que está consensuado que en la definición de los nombres haya “paridad de género”.

En los tribunales bonaerenses, deslizan que los jueces de la Corte no hicieron llegar pedidos puntuales para completar el máximo tribunal tras el anuncio de la salida de Genoud. No obstante, las fuentes aclaran que hay preocupación por las vacantes en todo tipo de cargos dentro del Poder Judicial provincial, algo que, “con esta salida, no hace más que agravarse”. Según un relevamiento de la Suprema Corte, existen 350 puestos vacantes, lo que representa un 25,2% del total de jueces de la provincia. En noviembre del año pasado, el Senado aprobó ocho pliegos para cubrir vacantes de jueces de paz.

La última incorporación que tuvo la Corte fue la del exjuez federal Sergio Torres, en 2019, que llegó con impulso de la por entonces gobernadora, María Eugenia Vidal. Torres es el actual presidente del tribunal, que integra junto a Hilda Kogan y Daniel Soria.

En 2020 falleció el juez Héctor Negri, que ese año era vicepresidente de la Corte provincial. En febrero de 2021 renunció para jubilarse Eduardo de Lazzari (fallecido en abril de ese año); en agosto de 2021, se retiró para acogerse al beneficio de la jubilación Eduardo Pettigiani. A esas vacantes se sumó la de Genoud.

En la negociación buscan influir los libertarios, admiten a LA NACION fuentes allegadas al bloque La Libertad Avanza 1, que integran Carlos Curestis (reemplazante de Sebastián Pareja), Florencia Arietto y Joaquín de la Torre. “Estamos evaluando posibles candidatos”, afirman. Un senador advierte que “los libertarios pueden tener injerencia, porque son tres y el oficialismo tiene 21 [senadores], lo que ya sumaría 24, la mayoría simple que se necesita para nombrar jueces”. El Senado bonaerense está compuesto por 46 bancas.

El debate por las cuatro vacantes de jueces de la Suprema Corte motivó que, en la Cámara de Diputados, el liberal Guillermo Castello (del monobloque Libre) presente un proyecto para reducir de siete a cinco la cantidad de integrantes del máximo tribunal. “Hay negociaciones. El radicalismo quiere poner dos y Justicia Legítima, los otros dos. Soy crítico del toma y daca. Bajar la cantidad de siete a cinco incluye establecer requisitos, audiencias públicas. Si no, los candidatos salen escondidos”, plantea a LA NACION el diputado Castello.

 

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