El pasado 24 de abril Pedro Sánchez anunció a través de una carta abierta a la ciudadanía que necesitaba 5 días para meditar si continuaba ejerciendo su cargo como presidente del Gobierno tras la investigación judicial, iniciada por la derecha, a su esposa Begoña Gómez por tráfico de influencias.
Hacía tiempo que el presidente del Ejecutivo soportaba las cargas de la derecha, que a menudo se deviavan de la política, pero fue la carga directa contra su esposa la que le hizo sumir al país en una pausa de 5 días, que ha finalizado este mediodía con la continuidad de Sánchez: «He decidido seguir con más fuerza si cabe al frente del Gobierno», ha anunciado desde Moncloa.
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Ha sido el primer presidente en emitir una carta abierta a la ciudadanía expresando una situación personal que podía provocar su dimisión como presidente del Gobierno: «Necesito parar y reflexionar», recalcaba.
Durante estos días se supo que la denuncia establecia por el pseudosindicato Manos Limpias contra Begoña Gómez se basaba en informaciones falsas pero Sánchez dio un golpe en la mesa dispuesto a defender a su mujer.
¿Cómo surgió el amor entre Pedro Sánchez y Begoña Gómez?
La historia de amor de Pedro Sánchez y Begoña Gómez empezó con un flechazo. El presidente del Gobierno y su esposa acudieron por separado a una fiesta de cumpleaños de un amigo común en un chalet madrileño.
Fue a principios del año 2000. Él tenía 28 años y ella 25. “Fui con unas amigas a una fiesta, y allí coincidimos con un grupo de amigos que me presentaron a Pedro”, ha contado Begoña en alguna ocasión y de inmediato, el actual presidente se sintió atraído por ella.
En una entrevista en 2015, Sánchez le contó a Bertín Osborne sus inicios en la relación: “No sabes la tabarra que le di, tuve que empeñarme mucho, me lo puso muy difícil”, dijo.
La insistencia dio resultado y al poco tiempo él se trasladó al piso de ella en el barrio de La Latina. “Fui yo quien puse el cepillo de dientes en su casa. Ella tenía un piso montado mucho más grande que el mío “, reveló Sánchez.
En el año 2005 nació su primera hija, Ainhoa, que ahora tiene 18 años. En el 2006 se casaron por lo civil en en el Hipódromo de la Zarzuela y en el 2007 se convirtieron en padres de su segunda hija: Carlota.
Con su esposa, el jefe del Ejecutivo comparte la afición por el deporte y la lectura. “Nos gusta salir a montar en bici juntos, dar un paseo por el campo… Ambos somos aficionados a leer y nos gusta conversar sobre nuestras lecturas”, ha explicado.
Begoña ha desvelado en alguna ocasión que su marido es muy detallista y romántico. En un programa presentado por Susanna Griso, explicó que alguna vez le ha escrito hasta cartas. «Yo todo lo guardo. Tengo un baúl de madera (…) Es muy romántico. Tiene muchos detalles. Incluso cuando te ve un poco agobiada por el trabajo y demás te propone salir a cenar o te prepara un momento especial».
