La Federación Española de Fútbol se ha vuelto a activar después de todo el revuelo provocado por el registro de la UCO (Unidad Central Operativa) de la Guardia Civil del pasado 20 de marzo. Una vez que los ejecutivos implicados pasaron a disposición judicial, la FEF quiere normalizar su situación y tener de una vez por todas un presidente que sustituya a Luis Rubiales.
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La Comisión Gestora, que se suspendió el 20 de marzo, ha vuelto a ser convocada para este miércoles. Todo apunta a que el presidente de la Gestora, Pedro Rocha, dimitirá para de esta manera presentarse a estos comicios.
Una vez que la Gestora convoque las elecciones, los candidatos dispondrán de cinco días naturales para contar con los avales suficientes entre los asambleístas de la Federación para poder optar al cargo.
Fuentes de la Federación consultadas por SPORT creen que de cumplirse todos los plazos, los comicios se llevarían a cabo en los primeros días del mes de mayo.
Candidatos
Pedro Rocha no tendría problemas para conseguir los avales, algo que puede ser muy dificultoso para otros posibles candidatos que se han postulado en los últimos tiempos, como el periodista Carlos Herrera o la política Eva Parera.
Estas elecciones únicamente a presidente se deben realizar por mandato del TAD. Posteriormente, el presidente electo ya podrá fijar fecha para la composición de una nueva asamblea renovada respecto a la ‘era Rubiales’ y esta asamblea elegiría al máximo dirigente del fútbol español para los próximos cuatro años.
Esta segunda convocatoria debe ser dentro del año olímpico, por lo que en la Federación entienden que en septiembre ya podrían ser una realidad.
Sin problema para Rocha
Pedro Rocha puede presentarse a los comicios sin ningún tipo de problema. El registro de la UCO se centró en los ejecutivos que, supuestamente, en complicidad con Luis Rubiales firmaron contratos irregulares, que fueron cancelado de manera inmediata por la Gestora de Rocha, además de eliminar las funciones de los implicados.
La Federación ha actuado con total transparencia para que cualquier asunto turbio de la ‘era Rubiales’ salga a la luz pública. Rocha ha marcado un claro punto y aparte respecto a la gestión anterior. Las actuaciones de la Guardia Civil demuestran que el extremeño no estaba al corriente de los movimientos ocultos de los ejecutivos que se saltaron la comisión económica.
Pese a ello, Miguel Ángel Galán, el Presidente del Centro Nacional de Formación de Entrenadores de Fútbol de España, continúa con su batalla jurídica. El responsable de una academia privada de entrenadores lleva años pleiteando contra la FEF y ahora espera que el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAD) inhabilite de Rocha.
De prosperar su propuesta, basada en tecnicismos muy discutibles, se volvería a paralizar el proceso electoral. Sin embargo, Pedro Rocha continúa con sus planes por el bien del fútbol español que no puede continuar sin presidente.
La FIFA y la UEFA están muy pendientes de las evoluciones en el seno de la Federación Española y Pedro Rocha quiere acabar con una incertidumbre que pueda traer consecuencias negativas.
Rocha pretende pasar página al polémico final de la etapa de Rubiales y que la FEF recupere su buena reputación en el fútbol internacional.
