Es una de las estrellas del momento, pero algo lo distingue del resto: Alan Ritchson se enfrenta a cada entrevista con la verdad, sin respuestas ambiguas ni políticamente correctas. Y esta semana, lo hizo de nuevo. El protagonista de la serie Reacher brindó un reportaje en el que, además de hablar de su éxito, abordó temas que algunos de sus colegas preferirían dejar escondidos debajo de la alfombra: su bipolaridad, un intento de suicidio que quedó trunco gracias a sus hijos y los constantes acosos y abusos sexuales que vivió durante su paso por el mundo de la moda.

A los 19 años, Ritchson dejó su hogar para radicarse en Miami y probar suerte en las pasarelas. “Lo primero que escuché cuando entré a las oficinas de [la agencia] Next fue: ‘Te pondremos a trabajar, pero tenés que perder peso, hacerte más pequeño y afeitarte el vello de las axilas’. Pensé: ‘¿Afeitarme el vello de las axilas? Soy un hombre que esperó 19 años por esto. (…) Me hicieron sentir como una especie de ogro asqueroso″, rememoró.

“Hice un poco de pasarela, pero me era demasiado grande para la mayoría de las pasarelas de Milán. Los modelos pesaban 60 kilos y tenían la constitución de pájaros”, bromea. Por eso, encontró en las campañas publicitarias y en los catálogos de grandes tiendas un espacio más acorde a su fisonomía. Sin embargo, sus recuerdos de aquella época no son los mejores. “Hay muy pocas cualidades redentoras de trabajar en esa industria. Seamos honestos, es como el tráfico sexual legalizado. La industria no está regulada y es un secreto ampliamente conocido que si te contratan para un trabajo, básicamente te pasan a un fotógrafo para que te trafique. La cantidad de veces y situaciones en las que me pusieron en ambientes horribles donde el objetivo era el abuso sexual y el cheque de pago que estabas desesperado por sobrevivir era la zanahoria, no puedo contar con las dos manos. Era bastante frecuente”, disparó.

“Siempre estás dando vueltas en torno a la misma idea: ‘¿Cómo puedo conservar el trabajo y no ofender completamente a este fotógrafo o este agente o quien haya organizado esto, y cómo lograr que no me violen?’. Empatizo completamente con las mujeres que lidian con luchas dinámicas de poder con personas depredadoras en el lugar de trabajo. Sigue siendo injusto, pero si realmente fuera necesario, podría salir de cualquier habitación en la que estuviera mediante un altercado físico. La mayoría de las mujeres no tienen esa opción. Imagínense lo aterrador que debe ser”, reflexionó.

Sin tapujos, indicó que él mismo se encontró en esa situación más de una vez. “Yo trabajaba mucho en ese momento y era uno de los modelos mejor pagos de la agencia. Me contrataron para una sesión fotográfica para este fotógrafo muy famoso. Me enviaron a una habitación de hotel para hacer desnudos con la promesa de que si hacía la sesión, me ofrecería una campaña muy lucrativa para una revista y una línea de ropa. Fui agredido sexualmente por este tipo. Me fui y conduje directamente a la agencia en la que estaba en Los Ángeles. Entré furioso y dije: ‘Que te jodan por enviarme allí’. Sabías lo que iba a pasar y lo hiciste de todos modos. Había una sonrisa tímida en el rostro del agente, sabiendo que lo habían atrapado. ‘Está bien’, dijo. ‘No es gran cosa, cálmate. No voy a enviarte otra vez allí. Sé que es un poco agresivo’. ‘¡Dije que no! ¡Que te jodan!’. Les dije que nunca más me llamaran. Dejé la industria y fue la última sesión de fotos que tuve. Esas imágenes nunca fueron vistas ni publicadas. Eso fue todo. Lo juré y gracias a Dios la actuación me encontró exactamente al mismo tiempo, así que pude cambiar a una nueva carrera, pero dejó algunas cicatrices”, recordó.

Una pesadilla recurrente

Tiempo después, cuando ya había alcanzado la fama con la serie Smallville y la saga Los juegos del hambre, Donatella Versace lo invitó a la presentación de la nueva colección de Atelier Versace en la Semana de la Moda de París. Él aceptó, y todo se volvió una pesadilla. En el desfile y en una exclusiva cena posterior, Ritchson se sentó junto al prolífico y cuestionado fotógrafo Mario Testino. “Él no me quitaba las manos de encima”, denunció el actor en la entrevista. “Todo el tiempo que estuvimos sentados cenando, él estuvo tratando de frotarme la entrepierna debajo de la mesa. Yo estaba como: ‘Quitame las manos de encima, amigo. Viví mi propia experiencia con gente como vos, personas que sienten que puedes tener a cualquiera. No soy un objeto para vos. Ya he superado eso, amigo’”.

Su rechazo hizo que Testino se volviera más agresivo. “Estaba tratando de disfrutar las conversaciones, pero él no me dejaba en paz. Terminé yéndome temprano, pero él llamó a mi habitación del hotel esa misma noche y me rogó que fuera. Dijo: ‘Nunca busqué en Google a alguien inmediatamente después de conocerlo. ¿Qué me has hecho? Mi coche está en la puerta de tu hotel’. Luego dijo que amaba a los hombres varoniles. Estaba decepcionado porque no acepté ir a su casa”, afirmó el actor.

Según su relato, el fotógrafo le ofreció ser tapa de la revista Vogue si dormía con él esa noche. “Pensé: ‘Me importa una mierda la portada de Vogue. Me importa una mierda cualquier oportunidad que quieras ofrecerme’”.

Esa experiencia se produjo en 2014 y cuatro años más tarde, The New York Times publicó una investigación con múltiples testimonios que acusaban a Testino y Bruce Weber de conducta sexual inapropiada. “He tenido problemas con ambos”, explicó Ritchson. “Algunas de las historias de esos modelos y asistentes eran exactamente iguales a la mía”.

“Me ahorqué”

Antes de convertirse en una de las estrellas más convocadas de Hollywwod, Ritchson enfrentó varios fracasos. Luego de uno de ellos, en 2019, tomó una drástica decisión. Fue al altillo de su casa, donde había construido un loft; encontró un cable, lo arrojó por encima de las vigas y se lo enrolló alrededor del cuello. “Me ahorqué”, recuerda.

“Todo sucedió muy rápido y yo estaba colgando allí”. Lo que pasó después, el actor lo atribuye a la intervención divina: sus hijos, que ahora tienen 11, 10 y 8 años, aparecieron en una visión, en su versión adulta. “Me pidieron con calma que no lo hiciera y me dijeron que querían que yo estuviera aquí, vivo, y que necesitaban que fuera parte de sus vidas”, recordó.

Luego del episodio, su esposa Catherine lo convenció de pedir ayuda médica. “Me diagnosticaron bipolaridad. Cuatro años después, se sumó el diagnóstico de trastorno por déficit de atención (TDAH). Me tomó un tiempo procesarlo. De hecho, salí furioso del consultorio del médico. Pero en el fondo, me reconfortó saber: ‘Está bien, esto tiene un nombre’”.

“Ser bipolar ha causado estragos en mi vida muchas, muchas veces. Claro que desearía que desapareciera, pero es una parte tan importante de lo que soy y no me queda otra opción que aceptarlo. La salud mental es un tema cotidiano para mí. Estaba enviándole un mensaje de texto a mi psiquiatra de camino hacia aquí para mi control diario y ella me preguntó: ‘¿Cómo estás?’ Yo estaba como, ‘¡Estoy genial!’. Eso, para ella, no siempre es una buena señal. ‘¿De verdad estás tan bien? ¿Demasiado bien?’”, explicó.

Un actor comprometido con la realidad

Hace un par de meses, una imagen de Ritchson causó gran controversia en las redes. En ella, se ve al actor paseando a su perro con una remera que decía: “Arresten a los policías que mataron a Breonna Taylor”, en referencia a la mujer afroamericana de 26 años asesinada a tiros por la policía en su apartamento de Louisville, Kentucky, en medio de un fallido operativo antidrogas.

Si bien la imagen era de 2020, con el estreno de la segunda temporada de Reacher, volvió a resurgir como una especie de “chicana” de los progresistas a los fanáticos de derecha de la serie. Consultado sobre el tema, el actor no se anduvo con rodeos: “Lo que pasó con ella es una tragedia. Los policías se salen con la suya todo el tiempo, y el hecho de que no podamos responsabilizarlos por sus irregularidades me preocupa. Claramente, no es normal que tengas que dedicar más años de estudio para formarte como estilista que como policía que va a andar portando un arma mortal. Deberíamos hacer que sea muy difícil que la gente cometa errores o abuse del poder en nuestras instituciones”, indicó.

A pesar de ser un hombre de fe de formación católica, el actor también dio a conocer sus críticas a la iglesia y al cristianismo en general. “Los cristianos de hoy se han convertido en la tribu más mordaz. Es muy antitético a lo que Jesús nos estaba llamando a ser y hacer. Pero es muy difícil de entender que muchos se hayan alineado tan estrechamente con el expresidente Donald Trump. Es un violador y un estafador y, sin embargo, toda la iglesia cristiana parece tratarlo como si fuera su modelo y es algo irreal. No lo entiendo”, indicó primero.

Y luego agregó: “Vale la pena decir que las atrocidades que ocurren en la iglesia y que se encubren activamente, incluso hasta el día de hoy sin que la gente rinda cuentas, son repulsivas. No puedo ni por un segundo apoyar a la iglesia católica mientras todavía haya cardenales, obispos y sacerdotes que pasen por ahí con conocidas tendencias pedófilas”.

 

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