El Templo Satánico (TST, por sus siglas en inglés), que esta semana fue noticia por su fuerte cruce con el gobernador de Florida, Ron DeSantis, se presentó el pasado 5 de abril en una escuela de Mississippi para repartir “tarjetas de derechos estudiantiles” a todos aquellos que sufrieron o fueron testigos de “acciones disciplinarias”. Sucede que esa institución religiosa tiene un programa que busca proteger a los niños que están afiliados y, según sostienen, al tener ese documento consigo deberían ser eximidos de cualquier tipo de castigos que imponga el colegio.

La institución religiosa comandada por Lucien Greaves visitó la secundaria “Morton High School”, en la ciudad homónima, en Mississippi. Según estadísticas de su propio programa, en esa ciudad “se administraron castigos corporales al menos 641 veces durante el ciclo académico 2022-2023″ y, particularmente en dicho colegio, se produjeron 186 casos. El objetivo de la campaña consistió en afiliar a través de una documentación muy simple a todos los estudiantes que quisieran verse eximidos de esas reprimendas.

Qué considera como “castigos corporales” el Templo Satánico

Lo que plantea el TST es que la “tarjeta de derechos estudiantiles” hace que los miembros afiliados no puedan sufrir ciertos castigos en las escuelas públicas que violan sus creencias. “Uno de los principios del Templo Satánico es la creencia en la autonomía corporal”, explicaron en un comunicado. Ese fundamento es violado por “el castigo corporal, el aislamiento, la restricción y la denegación de acceso al baño”, se agregó. Por lo tanto, si un estudiante que está afiliado al Templo Satánico sufre alguna de esas cosas, podría argumentar que se vulneraron sus derechos religiosos y, por lo tanto, podría demandar civilmente a la institución.

El director del proyecto, Eliphaz Costus aseguró que “sería impensable que el estado obligara a un musulmán, hindú o judío practicante a comer alimentos que violen sus restricciones dietéticas como castigo”, es por esto que “someter a un miembro del Templo Satánico a prácticas que corrompen sus creencias más profundas también es inaceptable e inconstitucional”.

En tanto, indicó que cada estudiante debe llevar consigo la tarjeta y mostrársela a cualquier profesor o directivo “que amenace con violar sus derechos mediante castigos corporales, reclusión, restricción o denegación de acceso al baño”. De esta manera, “si se ignora la tarjeta y se les castiga, se abrirá la puerta a responsabilidades civiles y posiblemente penales”.

De qué se trata el programa del Templo Satánico

De acuerdo con su sitio web, el Templo Satánico tiene una guía destinada a los estudiantes donde contesta varias preguntas frecuentes y grafica lo que ellos consideran castigos corporales, con el propósito de que los jóvenes puedan poner en palabras lo que a veces les sucede. “Hemos preparado una carta que pueden firmar los estudiantes y que informa a sus escuelas que sus creencias profundamente arraigadas no les permiten ser golpeados en la escuela”, indican.

El Templo sostiene en su plan que “ninguna otra organización religiosa lanzó una campaña pública para oponerse al trato abusivo e inmoral de los niños en la escuela”. Según comentan, esperan que este programa genere “conciencia e inspire a personas de todos los credos a informar a los niños que sus creencias profundamente arraigadas son importantes”. Solo los empleados del gobierno de EE.UU. están sujetos a la Primera Enmienda, por lo tanto, este proyecto solo se ejecuta en instituciones públicas.

“Las personas que viven en los 31 estados donde el castigo corporal es ilegal tienden a sentirse moralmente superiores, pero las escuelas de esos lugares encuentran otras formas de abusar de los niños”, remarcan en su guía, y ponen al “régimen de aislamiento” como una actividad que se debería reservar “para los peores miembros de la población penitenciaria”. Además, consideran que “irónicamente” el uso de esta práctica en las prisiones disminuye debido a “la comprensión de que es inhumano y puede contribuir a hacer que la población sea más violenta y depravada”.

El cofundador del templo confrontó al gobernador de Florida, Ron DeSantis

Recientemente, el cofundador del TST, Lucien Greaves, invitó al gobernador de Florida, Ron DeSantis, a debatir sobre libertades religiosas. Esto ocurrió luego de que el mandatario estatal dijera públicamente que no iba a dejar que el Templo acceda a la ley que permite incorporar capellanes escolares voluntarios, según dicta la ley HB 931. Desde la institución religiosa lo trataron de discriminador y le exigieron un intercambio público. Desde el estado aún no contestaron al reclamo.

 

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